Galicia suma medio millón de hectáreas abandonadas o infrautilizadas y el 30% de esa tierra no conoce a su dueño. Esto se suma a la crisis demográfica y se completa con el minifundismo. Y nadie como Ourense: en rústica, según el Catastro es la segunda provincia española con más propietarios de tierra -390.000, solo le gana A Coruña- y suma más de 3.600.000 parcelas. A nivel autónomico y a corto plazo, por ahí se pierden 500 millones anuales, según la UVigo.
Pero, señalan los expertos, hay demanda de fincas productivas: casarlo con la oferta mientras se recupera, racionaliza y rentabiliza la tierra, se combaten los incendios y se asienta población en el rural son objetivos que llevan circulando quince años en la política gallega. Ahora se tramita la nueva Lei de Recuperación da Terra Agraria. Blindando las "garantías xurídicas", es una “caixa de ferramentas” según el conselleiro de Medio Rural, José González, con la aldea modelo (AM), polígonos agroforestais e gandeiros o asociacións de xestión conxunta. Pone el foco en atender "o abandono de terras de Ourense ou interior de Lugo e Pontevedra e solucionar a demanda de base territorial dos gandeiros”.
Aún abierta a cambios, será aprobada este cuatrimestre. En el Parlamento la proposición de ley sumó la negativa del BNG y la abstención del PSdeG. Tanto María G. Albert como el socialista Martín Seco reconocen las urgencias pero cuestionan al PP tras una "década perdida". Mientras, alcaldes como Ana Villarino resaltan su futuro uso ante los incendios y la crisis demográfica y desde UUAA, Roberto García aprecia la voluntad "pero vai depender de que teña medios". En ese blindaje para la aplicación coinciden también el ingeniero Xosé Carballido -ex director xeral de Infraestruras Agrarias con el bipartito- y el técnico rural y ex jefe de gabinete de Suárez Canal, Xosé Manuel Puga, que apremia: "É un momento clave. Temos ferramentas para o noso futuro productivo, con esta lei e os cartos de UE. Onde investiremos? Por desgraza...".
Heredera de la parcelaria, el Banco de Terras o la Metaga
La forma de esta norma, presentada como proposición y no como proyecto de ley, arranca críticas en oposición y parte de los expertos. Albert lamenta la opacidad en su elaboración, Seco y Carballido añoran el acompañamiento económico: "Pode quedar en fogos de artificio". El conselleiro destaca "el proceso participativo", garantiza dotaciones y avanza que pedirán fondos UE para las aldeas modelo. Todo en una ley que puede leerse como la condensación y avance de figuras diseñadas ante el problema de la tierra. De fondo, una reflexión mayoritaria: "Lo que antes era urgente ahora es imprescindible".
- Concentraciones parcelarias: Junto a las permutas, el instrumento tradicional. Toman base en la ley de reforma agraria del 73 y 85 -modificada luego en 2001-. Muchos de los herederos de aquella generación seminal ya no están en la tierra. Los polígonos tratarán ahora de modernizar un modelo lento, caro y que resolvía el tamaño de las parcelas pero no el de las explotaciones. Carballido -redactor de la Lei de BdT- llegó a elaborar con el bipartito un borrador de un proyecto de ley de reforma de estructura agraria, con un proyecto piloto con viñas en Castrelo.
- Agader: Esta agencia creada en 2000 gana relevancia en 2021. La Xunta prepara su reformulación.
- Lei prevención incendios (2007) Apunta las franjas prioritarias de biomasa, meta de las aldea modelo.
- Lei de Banco de Terras (2007) Pionera -quizás, demasiado para la época- fue criticada por el PP, que habla de "sovietización". El bipartito esperaba desarrollarla en 2009-2013, las urnas variaron el rumbo.
- Lei de Mob. de Terras (2011) Deroga el derecho de adquisión preferente del Banco de Terras, que en la práctica irá quedando frenado. Ahora se voltea el panorama: el BdT suma poderes y se acompañará de la capacidad de la Xunta para asumir las fincas abandonadas, que agilizará los polígonos.
- Metaga (2015) Intenta agilizar las parcelarias y las agrupaciones.
