La Guardia Civil intensificó la vigilancia en las comarcas de Carballiño y O Ribeiro con el objetivo de detener al ladrón que a finales de la semana pasada se apoderó de cinco cadenas de oro y 700 euros en la iglesia parroquial de Pazos de Arenteiro (Boborás).
Los agentes trabajan con la hipótesis de que el delincuente reside en la zona y conocía el lugar en que se encontraban las cadenas (eran una ofrenda de una devota) y el dinero.
Los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil está llevando a cabo las pesquisas con total mutismo y en los últimos días, según fuentes de la investigación, recabaron información entre los delincuentes fichados de ambas comarcas con el objetivo de que su testimonio puede arrojar luz sobre la identidad de los delincuentes.
Los agentes no descartan que los ladrones ya asaltaran otros templos religiosos en los últimos dos años a lo largo de la provincia.
