Empleo

Rayos de luz en la tormenta laboral

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En un 2020 en el que la provincia perdió cerca de 2.000 afiliados a la Seguridad Social, 17 de los 92 ayuntamientos han sido capaces de romper la mala dinámica provocada por la pandemia y aumentaron sus cotizantes. Reivindican el potencial del rural

La pandemia del coronavirus finiquitó una racha de seis años consecutivos en los que la provincia de Ourense incrementaba al cierre de cada ejercicio el número de personas afiliadas a la Seguridad Social. La crisis sanitaria y socioeconómica en la que está inmersa el planeta desde primavera ha borrado de un plumazo en la provincia casi 2.000 cotizantes a la Seguridad Social, una caída de alrededor de un 2% (quedándose en 96.207) de la que han sido capaces de escapar apenas 17 concellos ourensanos, que en la comparativa interanual publicada recientemente por el Instituto Galego de Estatística (IGE) anotan más cotizantes en diciembre de 2020 que un año atrás, mientras que cuatro municipios –Punxín, Paderne de Allariz, Baltar y Esgos– tienen los mismos afiliados.

El selecto listado de ayuntamientos de la provincia que presumen de tener entre sus vecinos a más afiliados a la Seguridad Social, auténtico rayos de luz en la tormenta laboral, lo componen Xunqueira de Espadanedo, Lobeira, Piñor, Vilar de Santos, Arnoia, Cortegada, A Teixeira, Ramirás, Verea, Chandrexa de Queixa, O Bolo, Carballeda de Valdeorras, Larouco, Rubiá, Cualedro, Laza y Vilariño de Conso.

La resistencia del rural

Aunque la noticia del crecimiento de cotizantes suscita cierta sorpresa entre los alcaldes de estos concellos, a renglón seguido los regidores entienden que la idiosincrasia del rural les puede haber dado una ventaja competitiva en el año de la pandemia, coincidiendo todos en que los padrones han engordado por el retorno de antiguos vecinos o la llegada de inmigrantes que buscan escapar de las aglomeraciones.

"Aínda que hai cousas que temos que mellorar en materia de comunicacións ou conectividade, vese que se queres vivir aquí, pódese", explica desde Vilariño de Conso, Melisa Macía, una de las alcaldesas más jóvenes de la provincia que es uno de los ejemplos de la incorporación al campo, un fenómeno en el que está notando "un relevo xeracional" en el pueblo. Además, entre las recetas del consistorio para fijar población y, en consecuencia, empleo, "son as axudas como o viveiro de empresas, a autónomos ou que non paguen impostos".

El apoyo público es también clave en la comarca de O Ribeiro, concretamente en Arnoia, que vuelve a rozar los 300 afiliados a la Seguridad Social. "Aprovechamos todas las ayudas de Diputación y Xunta para dinamizar y también hubo un tirón del empleo público", destaca el alcalde, Rodrigo Aparicio.

Apuestas

El potencial del sector vitivinícola es una de las fortalezas de comarcas como O Ribeiro, al igual que en Terras de Caldelas, donde es reseñable la subida del 13% en el número de cotizantes de A Teixeira, el concello con menos población de la provincia de Ourense (315 vecinos según el último padrón).

"El sector del vino mueve muchos contratos, pero también tenemos pequeñas industrias de transformación de productos", indica el alcalde de este municipio caldelao, contento también por el hecho de que a lo largo de la pandemia se ha notado movimiento en el padrón, "algo que para nosotros es importantísimo".

Otro de los pequeños concellos que recibe la buena noticia de no perder músculo laboral es el de Larouco, en Valdeorras. Su alcaldesa, Patricia Lamela, destaca la puesta en marcha de un taller de empleo el pasado ejercicio y destaca que "sobre todo lo que tenemos es estabilidad, trabajando casi todos y con los pocos parados que hay que son ya de larga duración". Ayuda, en opinión de Lamela, "que también tenemos mucho viñedo y algo de sector servicios, por lo que no nos afecta tanto la crisis". La regidora agradece las "buenas noticias"  para encarar estos meses tan complicados.

Recursos

En la comarca de Celanova, también anotan concellos con saldo positivo en las afiliaciones a la Seguridad Social. Se trata de Ramirás y Verea. La alcaldesa del primero, Isabel Gil, pone el foco en que "tivemos bastantes retornos de venezolanos", además de subrayar la labor del consistorio "para ter actividad e intentar buscarlle solucións á xente na medida do posible, potenciando ademais que as empresas contraten a xente de Ramirás". Gil señala que "seguimos traballando para garantir o emprego con obradoiros ou viviendas sociais".

Mientras, el alcalde de Verera, José Antonio Pérez Valado, confirma que "houbo xente que se veu instalar que andaba a cabalo entre a cidade e a aldea", poniendo en valor aventuras como la de un joven "que creou unha explotación gandeira seguindo o camiño do avó". Pérez Valado señala también que desde el consistorio "intentamos colaborar en todo o que poidamos". 

Agricultura o servicios públicos tiran del empleo

El análisis del IGE sobre la evolución de las afiliaciones a la Seguridad Social a lo largo de 2020 por las diferentes actividades productivas refleja la complicada situación del sector servicios, con el músculo laboral tocado por las diferentes medidas para hacer frente al covid-19.

En la provincia, han tirado del empleo sectores como la agricultura, la industria manufacturera, la madera o lo relacionado con el fortalecemiento de servicios públicos como educación o sanidad, con incrementos de afiliados en prácticamente todas las comarcas de la provincia ourensana. 

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