La condena de un hombre que raptó a una menor en A Valenzá y la violó, rebajada de 9 años a 8

Joaquin Manuel Oliveira Cunha, tras ser detenido (MIGUEL ÁNGEL).
photo_camera Joaquin Manuel Oliveira Cunha, tras ser detenido (MIGUEL ÁNGEL).
La Audiencia Provincial decidió rebajar tanto la pena como el tiempo en el que se prohíbe la aproximación a la víctima

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Ourense rebajó de 9 a 8 años de cárcel la condena que había sido impuesta a Joaquin Manuel Oliveira por un delito de agresión sexual, tras la reforma de la conocida como ley del "Solo sí es sí"; mostrándose conforme con la reducción de la pena el Ministerio Fiscal. 

La Audiencia Provincial había aceptado previamente la solicitud de revisión de la pena del procesado, que se encuentra en prisión en la actualidad. Y no solo se rebajó la condena, sino también el tiempo en el que se le prohíbe la aproximación a la víctima y la comunicación con ella, que se reduce de los 14 a los 13 años.

"Ahora el límite inferior alcanza tan solo hasta los 8 años de prisión, por lo que la pena a imponer si hoy mediara un nuevo enjuiciamiento, sin necesidad de realizar nueva individualización, sería la de 8 años”, destaca el tribunal.

Joaquin Manuel Oliveira Cunha (35 años), camionero de profesión, fue detenido por el secuestro y violación de una adolescente de 16 años cuando la joven regresaba a pie a su casa de A Valenzá a las 4 de la mañana del 14 de julio de 2012.

Los hechos se produjeron en una vivienda que la pareja sentimental de Oliveira tenía en Baiao, en el distrito luso de Porto. Para ello, según asegura la fiscal, la abordó cuando la menor regresaba a casa y hablaba por el móvil a la altura de la calle Marcelo Macías, en las inmediaciones de la rotonda que da acceso a la N-525. El inculpado se apeó del coche y exhibió una navaja tipo estilete para que le entregase el bolso y subiera al vehículo. 

Ya en la vivienda, la joven aseguró que le ordenó que se duchara antes de penetrarla reiteradamente por vía vaginal y anal hasta percatarse de que sangraba, por lo que -dicen las acusaciones- el inculpado "le ordenó que volviera a ducharse". Tras mantener relaciones sexuales con la menor, esta, tal como sostuvo, fue atada de pies y manos con una cinta adhesiva. 
 

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