Unas 400 personas fueron al circuito en enero y febrero, y la recaudación fue de 800 euros.
La reducción de las tarifas del circuito hidrotermal del Pabellón va, poco a poco, teniendo repercusión en el número de usuarios que logra atraer. Según el gerente en funciones de estas instalaciones, Cándido Gómez, en los dos primeros meses de este año, el spa recaudó 800 euros, lo que implica alrededor de “400 personas” que hicieron uso de este circuito en este periodo. Aunque todavía no llegue a las cifras de usuarios que financien su elevado mantenimiento, en cada uno de los dos pasados meses superó la recaudación del periodo comprendido entre septiembre de 2012 -cuando se empezó a cobrar entrada- y marzo del año pasado -cuando se planteó bajar el precio-, en el que se habían recaudado 355 euros.
Según Gómez, “la gente está utilizando más el spa desde que rebajamos los precios, porque antes estaba muy por encima de los del resto de instalaciones de este tipo. Además, ahora abrimos también los sábados y domingos por la mañana, que era una demanda de los usuarios”. El perfil de la persona que utiliza de forma más constante estas instalaciones es, de forma mayoritaria, los abonados del Pabellón, para los que el spa tiene un sobrecoste añadido de dos euros por sesión. No obstante, “también viene gente que no es abonada, que viene a nadar o a hacer aerobic y después va al circuito”, explica Gómez. Para ellos, el coste se sitúa en los tres euros de la entrada al Pabellón y dos más para el recinto hidrotermal.
El spa es un circuito de 12 estaciones (chorros diferenciados) y sauna. La polémica lo ha acompañado prácticamente desde el principio. Sufragado con cargo al Plan E, las obras rozaron el millón de euros (959.000) pero permaneció más de un año cerrado porque faltaba el equipamiento para mantener la temperatura del agua. Finalmente, se puso en marcha en agosto de 2012, aunque se empezó a cobrar por su uso un mes más tarde. La cosa no fue bien. En diciembre de ese año sólo tres personas utilizaron las instalaciones. En febrero del año siguiente, cinco. Una situación que obligó al cambio de las tarifas, acordado en el pleno del pasado mes de mayo pero que no entró en vigor hasta la reapertura de las instalaciones, en octubre de 2013, tras unas obras.
