Los cinco ediles rebeldes no acudieron a la junta de gobierno local ni a la reunión del grupo municipal

Se recrudece la crisis en los socialistas ourensanos

Los críticos han vuelto a mostrar su distanciamiento con la ejecutiva local al no asistir a las diferentes reuniones a las que estaban convocados. Así, al desplante protagonizado a primera hora por las tres ediles rebeldes integrantes de la junta de gobierno local se le sumó el de no asistencia a la reunión ordinaria del grupo socialista.
Sigue avanzando la trama en la crisis del PSdeG ourensano. Tras el llamamiento al orden por parte de la ejecutiva autonómica y el intento del alcalde de cerrar la herida abierta en el seno de su partido, hoy se ha vuelto a visualizar que la ruptura entre el sector 'oficialista' y el 'pachista' sigue de actualidad.

Fue a primera hora de la mañana, a las 08.30, cuando se vivió el primer capítulo de la historia. Las tres ediles rebeldes que forman parte de la junta de gobierno local, María Devesa, Susana Bayo y Mónica Vázquez, no acudieron a la reunión ordinaria de este órgano ejecutivo.

Las dos primeras, que habían planteado por carta al alcalde su dimisión, entienden que esta se hizo efectiva tras firmar el alcalde el documento en el que recogían la petición de abandono, por lo que no ya no tenían la obligación de asistir. Mientras tanto, Vázquez, que al contrario que Devesa y Bayo no tiene dedicación exclusiva, alegó compromisos laborales para no acudir al pleno.

Avanzando la mañana se estableció el segundo episodio, cuando tanto las tres ediles mencionadas anteriormente como los otros dos díscolos, Penín y Vilachá, no acudieron a la rutinaria reunión de los martes del grupo socialista de la capital ourensana. Para justificar su ausencia hubo un ramillete de explicaciones, entre los que se encuentran problemas de agenda, más compromisos laborales o el hecho de que los asuntos a tratar eran meros 'trámites'.

Con estos dos nuevos desplantes a la autoridad del regidor, Agustín Fernández, el ala crítica del grupo municipal lanza de hecho un desafío a la cúpula autonómica del partido. Ejecutiva a la que, precisamente, el tercer teniente de alcalde y portavoz del grupo municipal del PSdeG, Vázquez Barquero, apeló esta mañana al pedir medidas que sirvan para atajar la crisis disciplinaria.

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