Mil iglesias católicas se dispersan por la geografía ourensana, frente a una treintena de templos de otras religiones que han llegado en los últimos tiempos a la provincia. La Diócesis de Ourense hizo frente a la crisis del coronavirus cancelando las misas y los entierros, reduciendo los horarios de apertura de las iglesias e invitando al rezo en casa, apostando por las redes sociales como vía de conexión con los fieles en esta temporada de confinamiento. La crisis sanitaria no entiende–al menos en Ourense–de religiones. Así es que el resto de las presentes ha tomado medidas para frenar el virus. Católicos, budistas, protestantes, mormones, adventistas y musulmanes se han puesto de acuerdo: los templos cerrados y el rezo en casa.
El barrio de A Carballeira concentra la mayor población de musulmanes de la ciudad. De hecho, la ganancia de adeptos hizo que se creara un templo más amplio en un local cercano. Estos días no hay actividad. Aby Ndau, presidenta de la Asociación de Inmigrantes Senegaleses de Ourense (AISO) es una de las fieles que acudía a la mezquita de A Carballeira. "Ahora está todo cerrado. Cada uno hace su rezo en casa, como si fuera en la mezquita. Seguimos también las recomendaciones enviadas", apunta la senegalesa.
Rafael Pérez es el pastor de la iglesia adventista del Séptimo Día, ubicada en el número 2 de la calle río Deva. "No tenemos la obligación de cerrar el templo, pero lo hemos hecho por responsabilidad", asegura este líder espiritual que reúne cada sábado a unos 50 fieles. "Ahora nos comunicamos vía telemática, pero cada uno en su casa ", añade.
Andrés Baluja es uno de los responsables de la Iglesia Evangélica de Hermanos, en la rúa Bonhome. El pasado 13 de marzo suspendieron todas las actividades del templo y todas las reuniones, invitando a la comunidad a "aprovechar este tiempo que Dios nos brinda para reflexionar, acercarnos a Él, y poder disfrutar de Su Palabra". Baluja incide en que "tiene que ser así, es que no puedes salir de casa. El local de culto está cerrado. Atendemos a la gente telefónicamente, vía email o por WhatsApp". Forman parte de la comunidad unas 80 personas, según los responsables.Desde Menorca llega el testimonio de Tenzing Ngeyung, de la comunidad budista de Ventoselo (San Amaro, Carballiño). En la isla le pilló la alerta sanitaria. "Estaba aquí de retiro, con otra monja. Teníamos previstos el dia 1 de abril retiros en el monasterio de Ventoselo, pero no podemos realizarlos. Allí están dos monjas y el Lama. Al maestro le pilló en su gira americana. Suspendemos todos los retiros de primavera, previstos para abril y mayo", anuncia. Para los budistas, el recogimiento es parte de su rutina. "Lo que llama la atención del confinamiento es parte de nuestra rutina: recogimiento y salidas a comprar o al médico si es necesario. Pero no somos ajenos a toda la stiuación que pasan todos nuestros compañeros, amigos y discípulos", apunta. Y ante la alta de retiros, también se tira de Internet. "Estamos haciendo una enseñanza online y hace que se reúnan ahora diferentes grupos de personas de México, Colombia y España. Antes nos limitabamos a la charla de personas que estaban en el centro. Esto pasará y siempre hay elección, podemos elegir la actitud con la que tomarnos esto", subraya.
El caso de los testigos de Jehová, polémicos por sus mensajes apocalípticos en su web oficial, merece un apartado. Si bien no se percibe actividad en su sede de la calle Remedios de la capital. Los expertos en sectas denuncian este tipo de mensajes "alarmistas" en tiempos de crisis.
LAS CIFRAS
20 Templos evangelistas en la provincia de Ourense
6 Testigos de Jehová
3 Musulmanes
2 Budistas
1 Adventistas
1 Mormones
