El concejal de Promoción Económica, José Ángel Vázquez Barquero, salió ayer al paso de las declaraciones efectuadas el miércoles por el PP municipal, en las que, entre otras cuestiones, ponía en duda las certificaciones de la obra de la Molinera. El edil negó cualquier tipo de irregularidad en el desarrollo del proyecto y acusó a los populares de estar inmersos 'en esa deriva del acoso, acoso y acoso, a ver si conseguimos derribar al gobierno municipal'.
Sobre la Molinera, Vázquez Barquero explicó que su intención es adjudicar la finalización de los trabajos 'cuanto antes', toda vez que la obra lleva paralizada desde hace cinco meses después de que la primera concesionaria pidiera la resolución del contrato debido a sus problemas económicos.
El responsable político del proyecto, que compareció con los arquitectos que lo diseñaron y una técnico municipal, teme 'los deterioros propios de una obra que lleva parada este tiempo' y la posibilidad de que 'la climatología haya podido afectar a la obra'. En este sentido, explicó que se habían detectado deficiencias en la impermeabilización del edificio y que por ello la liquidación con la empresa constructora arroja un saldo favorable al Concello de 31.978 euros. Según sus cálculos, los 170.000 euros presupuestados permitirán finalizar los trabajos.
Por último, Barquero defendió la compra de los equipos informáticos el pasado verano para no perder la subvención de Industria y la vigilancia privada del edificio con el fin de evitar expolios. De hecho, antes de la resolución del contrato ya fue sustraído un transformador.
El responsable político del proyecto, que compareció con los arquitectos que lo diseñaron y una técnico municipal, teme 'los deterioros propios de una obra que lleva parada este tiempo' y la posibilidad de que 'la climatología haya podido afectar a la obra'. En este sentido, explicó que se habían detectado deficiencias en la impermeabilización del edificio y que por ello la liquidación con la empresa constructora arroja un saldo favorable al Concello de 31.978 euros. Según sus cálculos, los 170.000 euros presupuestados permitirán finalizar los trabajos.
Por último, Barquero defendió la compra de los equipos informáticos el pasado verano para no perder la subvención de Industria y la vigilancia privada del edificio con el fin de evitar expolios. De hecho, antes de la resolución del contrato ya fue sustraído un transformador.
