La operadora achaca a una "situación puntual" los problemas de saturación y falta de plazas
Renfe sale al paso de la situación de malestar generada entre los usuarios de los servicios regionales de la operadora en la provincia, especialmente en la línea Ourense-Santiago, afectada por dos averías y un incendio en convoyes en el plazo de un mes.
"Los vehículos de Renfe que circulan por esta línea (S/596) reúnen todos los requisitos de confort y seguridad requeridos para poder circular", señalan fuentes de la operadora, que niegan que el servicico haya languidecido en los últimos años.
"Se mantiene estable, si bien desde 2011, cuando se empezó a prestar el servicio Avant, más del 90% de los ourensanos utilizan la vía rápida para ir a la capital gallega y A Coruña", exponen desde Renfe, destacando las seis frecuencias diarias (siete en viernes) con un tiempo de viaje de 38 minutos, una posibilidad, sin embargo, en la que el precio de un billete único llega a los 16,60 euros.
Por otro lado, en respuesta a las manifestaciones de un usuario del tren regional a este periódico sobre la saturación de los trenes, que les obligó a ir hacinados de pie y en las puertas de los vagones, Renfe habla de una "situación puntual" del pasado domingo.
"Esos problemas de las que habla un estudiante no son reales. Se pudo dar el domingo porque se puso un tren de 62 plazas en lugar del habitual de 120 en este servicio. La razón fue que el vehículo que se quemó está en el taller, por lo que viajaron de pie siete personas, algo que la reglamentación ferroviaria permite. Este mismo tren circuló con 70 plazas libres el 18 de febrero y con 94 el siguiente domingo", expone la operadora.
Sobre la sucesión de averías, desde Renfe apuntan que "no son tan frecuentes como se intenta dar a entender", reduciendo a estos percances los problemas en la línea.
En relación a la falta de frecuencias, la empresa destaca que Carballiño, población que más viajeros aporta a los servicios regionales, cuenta con tres trenes por sentido con Ourense y una relación diaria con Santiago, a la que se suma una segunda los domingos por la noche.
