Transporte

Renfe cambia el tren a Irún por otro 20 años más antiguo

photo_camera El Intercity pasó hoy por Ourense únicamente con los dos coches de Vigo.
A partir del lunes desaparece el Intercity al País Vasco y el viaje a Bilbao será con transbordo

Renfe “modernizará” el tren diurno al País Vasco sustituyendo la actual composición por una construida hace cuarenta años, veinte años más antigua que los coches que van a retirar del servicio. La localización hace unos días de piezas cubiertas con amianto en el cuadro de mandos de la calefacción de algunos coches ha servido de pretexto para un cambio que ya llevaba planeando sobre este tren desde hace años. 

El diurno al País Vasco lleva meses sufriendo todo tipo de vicisitudes, las más comunes, sustitución de parte de su recorrido por viajes en autobús. Unas veces por falta de maquinistas, otras por problemas técnicos, averías, etcétera. 

El tren que circulaba hasta ahora, lo hacía con dos ramas, una procedente de A Coruña con destino a Bilbao y otra desde Vigo con termino en Irún-Hendaya, que se acoplaban en Ourense o se desdoblaban cuando realizaban el viaje en sentido contrario. Desde Ourense el tren circulaba en una única composición formada por cinco coches que luego se desdoblaba en Miranda de Ebro con una rama hacia Bilbao y otra hacia San Sebastián, Irún y Hendaya.

La nueva configuración supone para Ourense la pérdida de su tren directo a Bilbao. Los viajeros que se suban en la estación de A Ponte, tendrán que hacer transbordo en Miranda de Ebro, del mismo modo que los viajeros de Vigo perderán su tren directo al País Vasco que llevaba circulando desde 1965.

Como contrapartida a un material más antiguo, habrá que comprobar, no obstante si ha recibido el adecuado mantenimiento en cuanto a limpieza y confort de su equipamiento, los viajeros podrán volver a disfrutar de servicio de vídeo con proyección de películas en el viaje, prestación que había sido eliminada del Intercity cuando dejó de ser el tren Arco Camino de Santiago. También dispondrá de servicio de cafetería, como su predecesor y asientos en clases turista y preferente.

El más viejo de los Talgo pendulares

Las ramas de Talgo de la serie IV fueron las primeras que incorporaron tecnología de pendulación, lo que les permitía acortar hasta en un veinte por ciento el tiempo de viaje de sus trenes. Llegaron al parque de material rodante de Renfe en 1980 y al año siguiente, en 1981 llegaron las primeras a la estación de Ourense, prestando el servicio diurno con Madrid. Tras más de veinte años retiradas de las vías gallegas, primero  sustituidas en el final de la década de 1990 por ramas de la serie VI que fueron reemplazadas en 2012 por los actuales Alvia. Sin embargo, no es el único tren de esa generación que pasa por la estación de Ourense. También el Tren Hotel a Madrid es de la misma serie. Los "nuevos" trenes tienen que invertir igualmente la locomotora en varios puntos del viaje, lo que supone paradas de más de veinte minutos en estaciones como la de Monforte.


Portugal moderniza los coches que Renfe retira de la circulación


Una semana antes de que saltase la información de que habían sido detectadas pequeñas piezas de amianto en el cuadro de calefacción de algunos coches que realizan el servicio Intercity entre Galicia y el País Vasco, el diario portugués O Público informaba de la operación de venta de 16 vagones de esa serie por parte de Renfe a su homóloga portuguesa CP por importe de 400.000 euros. Comboios de Portugal, que al igual que DB, SNCF y otras compañías ferroviarias, defienden el uso de este tipo de material por la flexibilidad que permite a la hora de gestionar picos de demanda de viajeros y su larga vida útil, ha decidido modernizarlos en sus talleres para realizar servicios de larga distancia, como los que prestan actualmente entre Lisboa y Viana do Castelo. 

Renfe ya había decidido apostar por composiciones de ramas fijas, tanto remolcadas como el Talgo que ahora cubrirá la línea con Irún, como autopropulsadas como los Alvia y Avant, en la década de 1990. El Intercity era la única excepción, para la cual tenía asignados 17 coches de la serie 200, construidos a finales de la década de 1980 y modernizados a principios de este siglo. Paradójicamente, fue el mismo taller de Málaga que ahora encuentra las piezas de amianto la que se ocupó de esa modernización entre 1999 y los primeros años de este siglo. El amianto ya estaba entonces en los cuadros de mandos y ya era considerado un peligro para el personal que lo manipulaba.

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