ENTREVISTA

“Repetir toda la vida la misma fórmula sería un trabajo en cadena"

Rafael Freijeiro (Vigo, 1958) entiende que la pintura es como todo, "cuanto más sabes, más preguntas te haces". Presentó "Colección Mestas" en el Liceo de la ciudad

El vigués no ha dejado de probar diversos estilos durante su trayectoria artística. Lo "divertido" es seguir aprendiendo y seguir encontrando inspiración "en todo". Ayer, Freijero presentó su exposición "Colección Mestas" en el Liceo de la ciudad, donde permanecerá abierta al público hasta el 15 de febrero.

¿La vocación artística le viene de familia?

Sí, cuando ves dibujar en casa y escribir, en este caso a mi padre, pues supongo que todo eso queda, además de la base genética. Heredamos cosas, hasta las manías. Esos fueron los comienzos, de niño.

¿Tuvo que esforzarse mucho para encontrar un hueco propio en el mundo de la pintura?

Pues sí, trabajar mucho, intentar exponer mucho, tanto de forma colectiva como individual. Era divertido, tenías juventud, empuje, ganas. Fue una etapa muy divertida y de muchísimo trabajo, te pasabas el día haciendo cosas.

¿Dónde encuentra inspiración ahora, tantos años después de empezar?

En lo cotidiano. Ideas no faltan la verdad, a veces tengo que echarme el freno para no cambiar de estilo rápidamente. Por suerte o por desgracia, creo que por suerte, tengo inspiración constante. Una cosa lleva a otra, estás en el estudio, haces cosas que crees que no van a servir, las apartas, luego pasa el tiempo, las recuperas, continúas por ahí... si estás metido en el estudio, siempre surgen cosas.

Como pintor toca muchos estilos.

Tengo hasta nueve etapas diferentes. Desde el impresionismo hasta el expresionismo abstracto o la realidad, he pasado por muchos ismos. Considero que una cosa lleva a la otra y vas innovando, haciendo cosas nuevas, diferentes. Repetir la misma fórmula toda la vida sería como trabajar en una cadena y no estoy por la labor.

¿Cuál se podrá ver en el Liceo?

Es casi una vuelta al principio. Empecé pintando la realidad y ahora esto es dar un giro de 360 grados. Casi he vuelto al principio con esta aproximación en grises a la realidad.

¿Por qué “Colección Mestas"?

Porque todo empezó en Ourense, en el pueblo de As Mestas, casi fronterizo con Pontevedra. Allí tengo una casita de piedra pequeñita en medio de la nada, y allí surgió esta historia. Empecé a pintar casi sin querer, en tonos grises y blancos, y dije "pues esto me gusta" y seguí profundizando.

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