Rescatan el cuerpo del joven que se ahogó en Velle tras un día de espera

El cuerpo de Alassane Gabe Ndiaye fue rescatado ayer sin vida de las aguas del Miño. El equipo de submarinistas de los GEO de la Policía Nacional acudió a mediodía en su búsqueda y pocas horas más tarde de sumergirse, a las 17,20 horas, pudieron hallarlo en el fondo de la presa de Velle. Los hechos que llevaron a la tragedia ocurrieron en la tarde del martes, cerca de las 19,00 horas. Alassane fue con un par de amigos a bañarse en uno de los pantalanes ubicados a la izquierda de la presa. Uno de ellos propuso iniciar una competición de nado y, durante su transcurso, la víctima sufrió una indisposición y comenzó a pedir ayuda. Un hombre que estaba tomando el sol por la zona, José Alberto Ramos, se lanzó al agua para tratar de ayudarle, pero en cuestión de segundos Alassane comenzó a hundirse y José Alberto apenas alcanzó a sujetarle las yemas de los dedos. Le agarró una pulsera y tiró, pero no logró sacarlo a flote. Se quedó con el abalorio en la mano y más tarde lo entregó a la familia. Según los testigos presenciales, pasada una hora acudieron los bomberos -llegaron primero-, la Policía Nacional, la Policía Local y la Guardia Civil. José Ramón Sánchez, jefe del parque de A Chavasqueira, explica que “un operativo del parque se metió en el agua a buscar, pero al bajar del metro y medio ya no se veía nada por la maleza y el lodo, es una zona muy oscura y muy fría para nuestros efectivos”. Además, cerraron una de las compuertas de la presa -ubicada a cien metros del pantalán- que estaba abierta parcialmente para evitar que lo arrastrase la corriente. En la zona en la que se produjeron los hechos está prohibido el baño. Los pantalanes tienen un acceso complicado, donde la dificultad va en aumento según la proximidad al centro del cauce. La Policía Nacional contactó entonces con los GEO, que no lograron llegar hasta el mediodía de ayer. Tras tres horas, sacaron a Alassane del agua. En las próximas horas se le realizará la autopsia y el cuerpo será entregado a la familia, que tras despedirlo en Ourense lo repatriará a Senegal. ¿Es normal la tardanza? La Guardia Civil tiene un grupo de Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) con base en A Coruña. Cuando hay una incidencia que requiere búsquedas bajo el agua, como fue el caso del joven que se ahogó el verano pasado en Castrelo de Miño, son los profesionales que acuden más rápidamente al rescate. En este caso, como la zona del suceso pertenece al concello de Ourense, adquiere la responsabilidad la Policía Nacional, cuyo operativo para este tipo de casos se ubica en Guadalajara. Así, la larga distancia se suma a las características -pesadas y de grandes dimensiones- de sus embarcaciones, que les obliga a circular a 90. Por tanto, la familia y amigos de Alassane estuvieron en espera más horas que en sucesos anteriores de las mismas características, pese al alarde de colaboración entre los cuerpos que habitualmente se hace. Alassane, “humilde, trabajador y deportista” Los que conocían a Alassane lo definen como un chico humilde, bueno y con muchas ganas de vivir. El joven llegó con su familia a la provincia hace diez años, desde Senegal. Su padre y otros dos compañeros consiguieron un contrato como carpinteros y acabaron instalándose. Ibrahim Diouf es padre de un amigo íntimo del fallecido. Con dolor, explica que “el martes querían ir a bañarse y pensaron en las pozas de Melón. Finalmente se decidieron por venir a Velle. Echaron una carrera a nado y la mujer de uno de sus amigos se dio cuenta de que Alassane se ahogaba. Gritó, pidió socorro, pero no pudieron ayudarle”, explica Diouf. Apunta además que el joven sabía nadar pero tenía problemas de asma. “Los otros chicos están destrozados, se sienten culpables”, lamenta. Durante la mañana de ayer, su familia estuvo presente en el lugar. No se movieron hasta que los geos rescataron su cuerpo, momento en el que una de sus hermanas tuvo que ser trasladada en ambulancia por el shock que vivió. En el pasado, Alassan fue empleado de Coren pero en la actualidad era camarero. Tres de sus excompañeros -y amigos- también asistieron al dispositivo de rescate a primera hora de la mañana. Acababan de salir de hacer el turno de noche y llegaron en cuanto recibieron la noticia. “La comunidad senegalesa está muy unida en Ourense. Aunque vinimos en diferentes años todos nos juntamos y nos conocemos, solíamos salir juntos por ahi”, explicó uno de ellos. Su equipo El Toén F.S. fichó en febrero al joven fallecido. Tras recibir la noticia de su fallecimiento ayer por la mañana, se mostraron muy afectados: “Era un chico humilde, amable, un buen compañero”, señaló el directivo del club Julio Gutiérrez. El presidente, Aitor Gil, afirma que “era unha persoa dez, de equipo e a nivel futbolístico tiña moitas calidades. Gustáballe vivir pero sempre era consciente do importante que era o traballo”. La noticia también causó conmoción entre los jóvenes que lo conocían. Sus redes sociales, donde compartía su música, se llenaron de cientos de mensajes de despedida.