El mes fue muy cálido y extremadamente seco sin llover ningún día en la ciudad, un hecho que no sucedía desde 1990
Ourense vivió un mes de julio muy cálido y extremadamente seco en cuanto a precipitaciones. De hecho, no llovió ningún día del mes, circunstancia que no sucedía desde 1990. Pese a la situación, no se registraron problemas de abastecimiento gracias a las abundantes lluvias del invierno y primavera, que ocasionaron incluso inundaciones. Precisamente el nivel de precipitaciones fue muy superior al rango de valores de los últimos 40 años en los cinco primeros meses de 2016 (el récord se lo llevó enero con 221 litros de agua acumulados por metro cuadrado).
Meteogalicia cualificó de "muy cálido" el reciente finalizado mes de julio tanto en las temperaturas máximas como en las mínimas. Las temperaturas máximas se registraron el pasado día 18, jornada en la que los termómetros de la capital alcanzaron los 41 grados centígrados. Se superó así el valor máximo del año pasado, 39,8 grados, y los termómetros se quedaron a las puertas del récord registrado el 20 de julio de 1990, fecha en la que la temperatura máxima fue de 42,6 grados. En cuanto a las temperaturas mínimas, el mes de julio también fue cálido situándose en valores próximos a los 18 grados las más altas. La tendencia en la provincia fue similar siendo las zonas de O Ribeiro y Baltar, en A Limia, las más cálidas.
La estación de Meteogalicia en Ourense no registró ningún día de precipitación en la capital. Lo normal sería acumular en el mes entre ocho y 17 litros por metro cúbico con respecto al periodo de referencia climático 1975-2016. Por esta razón, Meteogalicia consideró de "extremadamente seco" el mes de julio para la ciudad. A diferencia del año pasado, no se recurrió de momento al río Miño para garantizar el abastecimiento de los vecinos de la capital. "La calidad del agua del embalse de Castadón está siendo muy buena y hay agua suficiente", indicó Ana Tejeiro, gerente de Viaqua en Ourense. El bombeo desde el río Miño y el embalse de Castadón son los dos puntos de abastecimiento y, dependiendo de la época del año, se consume una cantidad mayor de una opción o la otra. "Ahora mismo, la calidad del embalse es muy buena por lo que seguimos consumiendo una parte importante de Castadón y una poca del Miño. El resto de año también se bombea una parte del río ", añadió Tejeiro. Además, el agua del Miño contiene materia orgánica por lo que sería necesario depurarla.
En cuanto a la previsión meteorológica, para los primeros días de agosto no se aguardan cambios y continuará el tiempo seco y soleado. El paso de un frente dejará el jueves cielos con bastante nubosidad, sobre todo por la tarde. También se registrarán precipitaciones pero de carácter ocasional por lo que se aguarda muy poca cantidad de agua.
El viernes se recuperará la influencia anticiclónica y en cuanto a las temperaturas, las máximas superarán los 30 grados centígrados y las mínimas se situarán entre los 15 y 16 grados. En cualquier caso, no se pronostican para los próximos días temperatura extremas pero sí propias del verano.
