Crónica

Resignación en el primer día: “Falta máis control"

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Las restricciones de movilidad comenzaron en Ourense y en Barbadás, en este último con desconcierto entre su población porque les afectase, mientras algunos vecinos señalan que las medidas llegan tarde para la ciudad.

Este jueves amaneció nublado, acompañando el sentimiento de melancolía que se vivió en las calles de Ourense y Barbadás en su primer día con restricciones de movilidad. Aunque pudiese ser una jornada más del calendario, los vecinos sabían perfectamente que nada era igual. "Es una pena, A Valenzá no estaría así cualquiera otra mañana", señalaba María Fernández.

Entre dudas de si pueden desplazarse a Ourense o no, los habitantes de Barbadás se resignaban a que las restricciones le afecten de igual modo, pese a que el miércoles no tenían ninguna. "Estas medidas no tienen lógica, aquí tenemos poco más de 40 casos, en un municipio de más de 11.000 habitantes, y nos ponen al nivel de Ourense", afirma Cristian Fernández, hostelero de A Valenzá. 

Estas nuevas medidas ahora no les permiten atender en interior y solo en terrazas a los bares: "Con esto quieren que cerremos nosotros porque no podemos hacer frente a los gastos, no porque nos manden ellos y tengan que ayudarnos", lamenta Cristian Fernández. Otros vecinos entienden estas medidas, aunque sienten lo que supone para la hostelería: "Me duele por ellos, porque no se merecen ser los más perjudicados", opina  María Fernández. Mientras, Pedro Castro pide "máis control" para que se cumplan las medidas impuestas, ya no solo de movilidad, sino en el uso de mascarillas: "Supoño que estas restriccións son para que non se espalle, pero toca vixiar máis o comportamento da poboación", afirma. Laura Vázquez, otra vecina, considera que eran necesarias las normativas "mucho antes, porque es una situación compleja".

Por otro lado, Arturo Varela, vecino y comerciante en Barbadás, resalta la "falta de información" para la toma de esta decisión en el municipio y el golpe que supone para la economía del concello: "Para as cousas malas somos como os de Ourense, para as boas, non tanto", comenta.

La ciudad, con recelos

Ourense, que ya suma más de un mes con restricciones, añade una más que afecta a la movilidad, aunque no convence del todo: "La gente va a seguir movilizándose por trabajo y estudio, con un virus que está dentro de Ourense", apunta Irene Vázquez. 

Las normativas adoptadas con anterioridad le parecían "absurdas" a María Pérez, ya que los ourensanos podían eludirlas acudiendo a concellos cercanos. Esta vecina de la ciudad lamenta las consecuencias para el comercio. Por otro lado, Iván Blanco criticaba que se pueda viajar en el autobús yal mismo tiempo para otras actividades no se permita juntarse a las personas: "Si hay que limitarlo, que sea para todo", comenta. 

En cuanto a las limitaciones a la hostelería, María Sierra subraya que "las manifestaciones pacíficas de estos días ya lo dicen todo". Al final, les une un mismo deseo: que esta situación termine "pronto". 

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