No retiró un cartel electoral porque “non o fai ninguén”

Celso F.O., ayer en la sala de vistas del Juzgado Penal 1. // ÓSCAR PINAL
photo_camera Celso F.O., ayer en la sala de vistas del Juzgado Penal 1. // ÓSCAR PINAL
Un celanovés fue juzgado porque la propaganda estaba en el muro de su casa el día de la votación

El vecino de A Manchica (A Merca) Celso F.O. no es consciente de haber cometido un delito. Durante la campaña de las elecciones generales de 10 de noviembre de 2019 colocó, en el muro que cerca su vivienda y visible desde la calle, un cartel en el que se leía “Vota PP”, con fotografías incluidas. Según él, tan siquiera es militante de esa formación y en esa ocasión, según le confesó a la jueza durante la instrucción, no votó a Pablo Casado. Llegado el día de las votaciones, no retiró el reclamo propagandístico. La proximidad de su vivienda con el colegio electoral, a algo menos de 50 metros, le valió, primero, una queja de los apoderados de los otros partidos; poco después, una denuncia de la junta electoral y pronto llegó una imputación delictiva por su negativa a retirar la propaganda tras la visita que le hizo una patrulla de la Guardia Civil.

En el juicio desarrollado ayer en el Penal 1, explicó al juez que creía que el requerimiento para retirar la cartelería del muro de su casa era voluntario. Y, por tanto, podía escoger entre dos opciones. Pero, además, dio una razón de peso, a su entender, mucho más poderosa: “Os carteis están por todas partes e non os quita ninguén”. En anteriores comicios ya había utilizado el cierre de la finca para posicionarse políticamente y volvió a hacerlo tras la denuncia que lo sentó ayer en el banquillo de los acusados. Y nunca antes ni después -remachó ante el juez- le ocurrió nada. Además, su letrado aseguró que en otras localidades del partido judicial, a la entrada de los colegios electorales, había instalada cartelería electoral del 10-N.

Pero ayer la fiscal solicitó una pena de multa de 12 meses, con una cuota diaria de ocho euros, para Celso F.O. por un delito electoral mientras que su abogado insistió en que la comunicación de la junta electoral que la Guardia Civil entregó a su cliente para que retirase la propaganda no se recogía que fuera una opción obligatoria sino que quedaba a su arbitrio. Entendía que el reclamo electoral estaba dentro de su propiedad y, por tanto, era dueño y señor de instalarlo allí mismo. Además, aclaró, que antes de empapelar el muro, durante la campaña, lo consultó y le dieron luz verde.

La defensa presentó un informe pericial en el que se aclaraba que desde el colegio electoral no era posible visualizar el cartel ya que otra edificación próxima, la guardería, lo impedía. Según el propio inculpado, tendría que ser “un experto en vista” para ver las siglas del PP desde el colegio. Ahora bien, la representante del ministerio público insistió en que desde la calle, cualquiera que pasase a votar ese día, podría haber visto el cartel.

Finalmente, los propios agentes del Instituto Armado, retiraron la pancarta sobre las cinco de la tarde. Celso F.O. no estaba en casa. 

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