crónica

Las cianobacterias toman Cachamuíña: "Non podo abrir a casa polo cheiro"

cachamuiña
photo_camera El color verdoso de las cianobacterias tiñe estos días el embalse de Cachamuíña (JOSÉ PAZ).
El embalse de Cachamuíña vive una nueva invasión de estas microalgas que han teñido sus aguas de color verdoso. Lo peor para los vecinos, el intenso mal olor: "Non podo nin abrir as ventás da casa, xa entra o cheiro"

La situación vuelve a repetirse un año más en el embalse de Cachamuíña. El calor, unido a los bajos niveles de agua, han provocado que las cianobacterias hayan tomado de nuevo la superficie de la presa. Estas algas verdeazuladas, que pueden a llegar a ser tóxicas, son el origen de los malos olores que se detectan en determinadas zonas del embalse, así como del color verdoso del cauce fluvial.

"En cuanto detectamos los altos niveles de cianobacterias, dejamos de suministrar agua y la tomamos directamente del río Miño", comenta Luis Menor, alcalde de Pereiro de Aguiar. Viaqua confirma también que desde hace unos meses esta es la situación del suministro de la ciudad. Cachamuíña, por tanto, funciona exclusivamente como regulador del caudal del río, dado que el baño está prohibido.  

La alerta más recientCACHAMUIÑAe fue el mes pasado en la presa de Castadón, donde los niveles de cianobacterias fueron más preocupantes. Ahora ya han sido resueltos, según se podía apreciar este lunes. Menor también confirma que, a pesar de la presencia de algas en la zona, "los niveles son inferiores a los del año pasado".

Muchos caminantes y deportistas conviven con esta situación de Cachamuíña. "Vengo aquí a caminar y la semana pasada comenzó a oler muy mal, cuando hace mucho calor es peor", comenta Concha González, que se acerca asiduamente al embalse para pasear. 

La presencia de estas cianobacterias al final, a quien más afectan, es a los vecinos que viven día a día con los olores que provocan. "Siempre pasa lo mismo por estas épocas, yo vivo aquí y al bajar el nivel del agua estamos en esta situación", explica Aurelio Fernández. 

La casa más próxima al embalse es la de María Seara, que desde su huerto se muestra muy afectada ante los olores por la imposibilidad de ventilar suy hogar. "Non podo abrir na casa porque xa entra o mal cheiro e non o quero dentro".


Una imagen que se repite de forma cíclica


Las cianobacterias son un visitante asiduo en los embalses ourensanos. En 2017, Cachamuíña se llenó de estas algas. La zona más afectada es As Conchas, donde el baño está prohibido desde hace unas semanas. Para mejorar la calidad de las aguas y la recuperación ambiental, Bande y Muíños mantienen un convenio desde el 2013.

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