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Los seis retos del campo ourensano

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photo_camera Dos vacas cachenas, en una explotación en Couso de Limia (Sandiás).. // MIGUEL ÁNGEL
En plena oleada de movilizaciones a nivel nacional para pedir "dignidad" para el sector primario, Ourense tiene su propia agenda de reivindicaciones, amplia, y que, en breve, podría desatar nuevas protestas. 

El sector agroganadero de la provincia cierra filas con sus compañeros en el resto de España, que estos días han estado manifestándose a las puertas del Ministerio de Agicultura, por un lado por la subida del Salario Mínimo Interprofesional y, principalmente, por el alza del coste de producción y las diferencias entre los precios de origen y el precio final de venta. 


En Ourense no se han iniciado las movilizaciones, entre otras cosas porque los sindicatos están enfrascados en plena negociación del precio de la leche con la industria, algo que a Ourense, como todos confiesan, ni le va ni le viene, habida cuenta del escaso peso del sector lácteo en la economía. En Ourense, hay 4.524 personas afiliadas a la Seguridad Social en el sector primario, de las cuales 996, casi una cuarta parte, están en A Limia. La segunda comarca más fuerte en este sector es la comarca de Monterrei, con 422 afiliados.

 

1.-Salario Mínimo


Las explotaciones agroganaderas ourensanas, principalmente aglutinadas en la comarca de A Limia, aunque también presentes en otros puntos de la provincia, no es el punto de mayor preocupación.  Al contrario que las dos Castillas y la mitad sur de España, donde predomina el latifundio y los grandes terratenientes con muchos obreros a su cargo, el sector primario ourensano es más bien familiar, de autónomos. Además, los empresarios de A Limia también aludían a  una "mayor profesionalización" del sector, mientras los propios sindicatos reconocían que en Ourense, se estaba pagando el convenio, por encima de la nueva actualización del salario mínimo.

 

 

2.- Oscilaciones de precio

Donde sí está a punto de decir basta el sector del agro ourensano es en las diferencias de precio de origen –al que ellos venden a los intermediarios– y el que encuentran después en el supermercado. 

 

Decía Amador Díaz, representante de los productores de patata limianos, que "chegamos a vender a catro céntimos o quilo o mesmo ano que as patacas da Limia as vin eu na Coruña a 90 céntimos o quilo". 

Esta es la mayor preocupación de un sector que lleva así más de un lustro, casi sin recibir beneficios y haciendo las cuentas cada tres años, "contrarrestando os anos bos cos malos" para ver si hay beneficio.


Por otra parte, los ganaderos también lamentan que la legislación les obligue a llevar sus animales a los mataderos, y se siga impidiendo sacrificarlos en casa, algo que, sostienen algunos, les crea un gran perjuicio y, además, una diferencia con ganaderos de su entorno, de otros países, donde sí se permite. 

 

3.- Diferenciación


Nuevos sectores, como el aceite, basan su apuesta por la especialización en la calidad, frente a la producción en grandes cantidades. Así, los productores de aceituna ourensana defienden esa visión frente al campo andaluz, que produce en masa y vende a precios muchos más bajos. 

 

 

4.- Fenómenos meteorológicos


Los fenómenos meteorológicos son una de las grandes afrentas del campo ourensano. El cambio climático, por ejemplo, hace que el Observatorio de la Sostenibilidad advierte de que el paisaje será más parecido en 30 años al de Almería que al de Asturias.
"Xa non sabes cando van plantar as cousas", decía Artemia González, agricultora ourensana. "Agora co cambio do tempo, xa cambiou o gando en extensivo, xa non sabes moi ben as datas nas que tes que ter máis herba ou máis auga, todo afecta", explicaba un ganadero limiano esta semana. 

 

 

5.- El reto del lobo y jabalí


Es la verdadera preocupación, tanto de agicultores como ganaderos. Pese a que la Xunta ha seguido aumentando las cantidades destinadas a paliar los daños, no parece suficiente. Los agricultores no dan abasto para proteger todas sus fincas, en muchos casos desperdigadas, mientas que los ganaderos, especialmente en la zona oriental, sufren las consecuencias de los ataques del lobo. "Empezan a ser un gran problema", apunta Sergio González, ganadero de Montederramo. No lo es tanto en la zona ganadera de A Limia, aunque ahí sí que se nota el efecto del jabalí, que destroza los pastos. 

 

 

6.- El problema de la tierra


El minifundismo es otro de los retos que impiden sacar mayor rentabilidad al sector primario ourensano. Por ello, la Xunta concentra ahora sus esfuerzos en seguir aprovechando la unión de tierras para optimizar su aprovechamiento. Hay mucho trabajo por delante. 

 

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