Pese a tener muchos frentes abiertos en materia de infraestructuras pendientes de resolución, el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, sacó ayer su vena reivindicativa para exigir a la Xunta el arreglo del firme de la rúa Concordia, dando a entender que si está así es porque "no es propiedad del Concello y no podemos tocar la calzada hasta que sea transferida". El regidor añade que "ninguna calle y, menos, una transitada del centro (obvia que restringió el tráfico en Concordia hace un año) puede tener un pavimento como el de los peores días de Sarajevo".
En toda esta argumentación, Jácome obvia sin embargo que los retrasos en los que está incurriendo su gobierno en la tramitación de expedientes lleva a que muchas otras calles, céntricas y de los barrios, presenten un estado deplorable, con baches y socavones que se han cronificado sin que se le ponga remedio. Claros ejemplos, muy cerca de Concordia, son los del adoquinado destrozado de las calles Bedoya, que absorbe además gran parte del tráfico que antes iba por Concordia, o Valle Inclán, pero también el estado del mismo en la rúa Ribeira de Canedo o la Saínza.
Estos dos últimos casos son una muestra de la gestión del gobierno de Jácome en la tramitación administrativa, con dos expedientes de contratación para reformar estas calles que están bloqueados por no haber sido capaz de adjudicarlos antes del 31 de diciembre, lo que imposibilitará actuar en esas vías hasta bien entrado este año, al igual que ha sucedido con otros 15 proyectos para mejorar calles de la ciudad, con los fondos bloqueados hasta la reincorporación al presupuesto del remanente.
Tampoco ha sido ágil la tramitación del contrato de mantenimiento de las vías municipales, que se licitaba a finales del pasado verano por un importe de 600.000 euros anuales durante tres ejercicios. Jácome avanzaba ayer que "tras ocho años de inacción (casi dos de los cuales corresponderían a la etapa de Jácome), en dos semanas comenzarán a trabajar las empresas para arreglar calles y aceras". El trabajo que tienen por delante es, a la vista del estado de la ciudad, ingente. No solo Concordia es Sarajevo.
