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La reversión de la crisis del pequeño comercio, una “cuestión de ciudad"

Uno de los comercios cerrados, a la espera de inquilino, en la rúa Santo Domingo.
photo_camera Uno de los comercios cerrados, a la espera de inquilino, en la rúa Santo Domingo (MIGUEL ÁNGEL).
El "drama" del sector se tratará, a instancias del BNG, en el pleno municipal mientras crecen las voces que urgen un plan de choque

Así como las pensiones o la demografía se han convertido en "cuestión de Estado", conseguir la reversión de la crisis galopante que vive el pequeño comercio es ya una "cuestión de ciudad" en Ourense, que se enfrenta desde hace tiempo a la desertización de calles que antaño eran auténticos pulmones económicos y sociales y que, a día de hoy, languidecen por el crecimiento de los locales y bajos con la persiana bajada.

Esto ha llevado a que el mes de julio de 2019 cerrase como el peor de la última década en afiliaciones a la Seguridad Social en la rama de comercio al por menor, con 11.095 inscritos, llevando a los comerciantes a lanzar un SOS que ha encontrado destinatarios, creciendo las voces que piden un plan de choque para el comercio de proximidad.

En este sentido, el tema ha saltado ya al ruedo político de la mano del BNG, que ha preparado una moción para debatir en el próximo pleno del Concello (el viernes 6 de septiembre) "un verdadeiro drama nun sector estratéxico, que fixa poboación, humaniza os barrios e evita a desertización", en opinión del portavoz nacionalista, Luis Seara, que planteará medidas como "constituír unha mesa de comercio na que se debatan medidas de choque" o pedir a la Xunta "unha nova lei de horarios comerciais que non sexa lesiva para os pequenos comerciantes". Para Seara, "é hora de deixar de lamentarnos e pór medidas concretas para revertir este devalo".


Reacciones políticas


Todos los grupos políticos, sin excepción, defienden la necesidad de colaborar con el pequeño comercio. Desde Democracia Ourensana, además de estar preparando campañas asociadas a las fechas festivas de San Martiño o Navidad, llevan en su programa contribuir en la transformación tecnológica del pequeño comercio para reforzar su competitividad o trabajar en la reducción de diferentes tasas e impuestos municipales.

Esta medida es compartida por sus socios de gobierno. Así, la portavoz del PP, Flora Moure, recuerda la "tarifa cero" para nuevos negocios o impulsar medidas de recuperación y revitalización del sur del Casco Vello, precisamente una de las zonas que más está sufriendo la crisis comercial. "Es una preocupación, claro que sí", zanja Moure.

La situación tampoco se le escapa al PSOE, cuyo portavoz municipal, Rafael Rodríguez Villarino, recuerda que su formación trabaja para implicar a la Universidad de Vigo en la recuperación del tejido comercial consiguiendo que implante en Ourense un grado de Moda, "que devuelva una seña de identidad" a Ourense "y que sea una base sobre la que revitalizar el comercio".

Además, los socialistas ven imprescindible avanzar en la ejecución del plan Móvete por Ourense y revolucionar la movilidad de la ciudad, algo que ven necesario también desde el BNG y Ciudadanos.

El líder de la formación naranja cree que "Ourense está adormecida", urgiendo la aprobación del PXOM "para "reactivar a construcción e que arrinque a actividade que arrastrará moito máis nunha cidade de servizos como é esta, que precisa novos consumidores". Apunta Araújo, por tanto, al potencial turístico impulsando el termalismo "e dándolle vida a zonas da cidade", además de reclamar menos impuestos desde el Concello.


El ámbito social


No solo la clase política ve urgente la aplicación de un plan de choque. La vicepresidenta de la Confederación de Empresarios de Ourense y líder de la Federación de Comercio, Beatriz Gómez, cita los "muchos problemas" de la ciudad. "Hay que solucionar la venta ilegal (manteros), la falta de infraestructuras o la poca promoción, hace falta un turismo de compras", reflexiona Gómez.

También el Colegio de Economistas asiste con preocupación a la pérdida de empuje del pequeño comercio. Su presidenta, María del Carmen Sampayo, alerta sobre "la falta de reemplazo" en el sector por el envejecimiento de los profesionales o "sectores sobredimensionados", como el textil o las librerías.

Además, como incentivos, los economistas ven fundamental "la creación de una ventanilla única para eliminar la burocracia", recordando las dificultades en materia de licencias o el baile entre administraciones. También son partidarios de "bonificar el IBI" para abaratar los locales comerciales con "alquileres asequibles".

Por su parte, el profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo Alberto Vaquero coincide con Sampayo en "la falta de relevo generacional en una actividad que requiere mucha dedicación y esfuerzo" y echa en falta "un apoyo decidido" desde el Concello.

"No se trata de subvencionar, sino de colaborar activamente. Se puede competir en calidad y en prestación del servicio, no en el precio", destaca Vaquero, partidario de "adaptar el comercio a las nuevas tecnologías y ofrecer un producto diferenciado". Como el resto, ve "necesario" que "se diseñe un plan de actuación y tomar medidas de inmediato". El tiempo apremia. 

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