El sector turístico de la provincia comienza a ver la luz al final de un túnel que duró más de dos años. El año pasado supuso una transición, marcado por la recuperación parcial de la afluencia previa de turistas, aunque trajo también un cambio en las preferencias de los viajeros que visitan la provincia. La Ribeira Sacra fue el destino con más visitas, ya que en todo el año sumó un total de 279.000 pernoctaciones, superando al destino “terras de Ourense e Allariz”, que registró 256.477 noches de turistas. De esta manera se rompió la tendencia de los últimos cuatro años, en los que la comarca ourensana lideró la clasificación de destinos turísticos.
Los datos de la Ribeira Sacra suponen aumentar en más de un 100% las 131.492 pernoctaciones de 2020, primer año de la pandemia, y la acerca a las 304.283 de 2019. Alexandra Seara, del Consorcio de Turismo Ribeira Sacra, asegura que en los grandes puentes de lo que llevamos de año, como la Semana Santa, se recuperó la ocupación de antes de la pandemia, y ahora buscan que esta tendencia se replique en el resto del año, con todas las miradas puestas en el verano. “Las sensaciones son de que, en lo que llevamos de año, estamos en niveles muy parecidos a los de 2019, y se augura un verano de explosión turística, donde el movimiento va a ser altísimo”, destacó.
Turista nacional
El perfil del turista que visita la zona en mayoritariamente nacional, con unas visitas internacionales que suelen rondar el 15% del total y se concentran en las zonas que integran el Camino de Santiago. También nota una mayor afluencia de público con rentas media y altas, las que tienen más factible sortear del flagelo de la inflación. “Lo que notamos, sobre todo ahora fuera de temporada, es que todos aquellos servicios pensados para un mercado con un poder adquisitivo medio y alto, están funcionando muy bien. La conclusión a la que llegamos es que, lógicamente, el precio del combustible, y la inflación en general, afectan más a cierto segmento de la población, que ahora está más a la expectativa de a ver que pasa”, agregó.
La Ribeira Sacra se vio beneficiada, de alguna manera, por los cambios que trajo la pandemia, que pusieron en valor los destinos rurales por su mayor capacidad de aislamiento y protección sanitaria. En ese sentido ganaron gran popularidad los apartamentos turísticos, hasta convertirse en la opción más demandada. “Había un público, unos turistas, que recurrían mucho al turismo rural, pero que desconocía el segmento de las viviendas y de los apartamentos. La pandemia provocó que se busquen alojamientos en los que hubiese menos contacto con otras personas, y los turistas conocieron ese perfil, gustó, y eso hizo que ahora mismo la ocupación de esos apartamentos sea superior a la de las casas de turismo rural. Antes no pasaba”, concluyó.
Las visitas a la zona ourensana supusieron un 3,3% de las pernoctaciones registradas en toda Galicia, mientras que “terras de Ourense e Allariz” registró el 3%. La clasificación la lidera la Ría de Arousa, con un 20% del total. De los otros destinos ourensanos, “Celanova-Limia” se quedó con el 0,5% de las visitas, “Manzaneda-Trevinca” obtuvo el 0,6%, O Ribeiro el 1%, y “Verín-Viana” atrajo al 0,6% de turistas que el año pasado decidió visitar Galicia.
El AVE ayudó a atraer turistas, principalmente desde Madrid
La llegada de la alta velocidad estaba marcada, desde hace años, en el calendario del sector turístico ourensano, que ahora ve como llegan los frutos de una mejor conectividad dentro del país. “Madrid siempre fue un gran emisor de turismo hacia la Ribeira Sacra, lo que ha hecho que se recurra al AVE y que haya mucha combinación de estancias Ourense ciudad-Ribeira Sacra, y a la hora de visitarnos recurren a los servicios de agencias de viajes, que bien con microbuses o furgonetas, hacen esos recorridos”, destacó Alexandra Seara, del Consorcio de Turismo Ribeira Sacra.
La asignatura pendiente ahora pasa por mejorar la comunicación dentro de la provincia, ya que los servicios de tren de media distancia y cercanías no atraviesan su mejor momento, lo que complica el traslado de los turistas que llegan a la ciudad a otros puntos de interés de la provincia. En ese sentido, desde el Consorcio de Turismo ya barajan soluciones para facilitar la llegada de los viajeros. “Nosotros, dentro del plan de sostenibilidad, estamos valorando poner ya algo este año con cargo al plan, aunque tendremos que tratarlo con la comisión de seguimiento. Sería algún tipo de servicio de lanzadera entre la estación y algún otro punto, posiblemente Monforte de Lemos o alguna de las villas de aquí”, agregó.
En la pasada Semana Santa, fueron varios los días en los que los AVE con destino a Ourense salieron llenos de Madrid, lo que muestra el tirón entre el público.
