Las lluvias continuadas durante todo el fin de semana han puesto a los ríos de la provincia en niveles máximos en lo que va de año y disparan la cantidad de agua embalsada, que ya están 20 puntos por encima de lo que estaba el año pasado. El río Miño en A Peroxa y Ourense,y el Avia en Ribadavía entraron en la primera fase de alerta, según informó la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), mientras que el Arnoia, a su paso por Baños de Molgas superaba la prealerta y anegaba parte del área recreativa colindante.
Según el organismo de cuenca, "seguirán subiendo, porque se prevé que no dejará de llover", y la situación podría empeorar, debido a que "los suelos ya no son capaces de filtrar más agua".
El río Támega estaba ayer a apenas un metro de desbordarse a su paso por Verín, y la crecida del río Miño en la ciudad, que obligó a abrir las compuertas del embalse de Velle a primera hora de la mañana, anegó las piscinas de Oira y la zona pública termal.
Vilariño, donde más llovió
La sierra de O Invernadeiro, en concreto la estación situada en el municipio de Vilariño de Conso, fue la que registró más cantidad de lluvia acumulada durante toda la jornada, superando los 70 litros por metro cuadrado. En O Xurés y la comarca de O Carballiño se superaron los 35 litros por metro cuadrado, en el Alto do Rodicio (Maceda) se recogieron más de 40 y en la ciudad llegaron a los 25. Mientras, en la comarca de Monterrei, puntos de Laza o Riós también superaron los 30 l/m2.
El alcalde de Verín, Gerardo Seoane, inspeccionaba ayer los "puntos más frágiles" del Támega a su paso por la villa, y no hay riesgo inmediato, ya que "aínda pode subir un metro", según indicaba por la tarde. Sin embargo, de continuar las lluvias aventuraba que en enero "se pódese vivir un pesadelo".
Era impactante también la imagen del río Limia a su paso por Xinzo de Limia, ya que habitualmente el cauce está seco, y ayer iba bastante lleno.
En Ribadavia estaban "preocupados" y habían señalizado los caminos fluviales desde San Cristovo hasta A Quinza, y advirtieron a los vecinos ante la inminente crecida, aunque, de momento, no había riesgo. "Se segue chovendo podería complicarse. Temos posta a atención no Miño, que baixa moi cheo desde A Peroxa", dijo Julio Puentes, responsable de Protección Civil en Ribadavia.
Se superó el "umbral de activación" en el Miño en la ciudad, donde se rebasaron a los cinco metros y un caudal de más de 1.100 m3/s. Quedaron inutilizadas las termas de A Chavasqueira y O Muíño da Veiga, así como las piscinas de Oira.
