“¡Ríete tú de la Antártida!"

"No recuerdo tanto frío en 50 años". Son los que lleva en Estados Unidos Miguel González, vicepresidente del Centro Orensano de New Jersey. Aunque la temperatura más baja que han registrado en esta zona es de -16 grados, la situación se complica en otros estados estadounidenses y en Canadá, con una histórica ola de frío que ya ha dejado una veintena de muertos y gran cantidad de afectados por síntomas de congelamiento e hipotermias.

"Na rúa botan moita sal e as beirarrúas están conxeladas. Nunca sentín tanto frío", dice el ourensano del centro de emigrantes establecido en New Jersey. "¡Ríete tú de la Antártida!", bromea la comunidad de ourensanos. En ciudades como Chicago, con sensación térmica cercana a los -50º, hace más frío que en Alaska y que en alguna parte de la Antártida.

"No se puede ir a clase"

Ali Gracia, una joven ourensana que estudia 4º de la ESO en un colegio de Vancouver, cuenta que sus amigos de Toronto están a -30 grados. En su localidad han dejado de funcionar algunos ferris. "Y mucha gente no puede venir a clase por el frío", explica. Además, juega en un equipo de fútbol, por lo que tienen que tener mucho más cuidado con las temperaturas tan frías.

"Esto no es como Manzaneda"

Carlota Pombar, una ourensana becada por la Fundación Amancio Ortega, vive en Wyoming. La ola de frío ha centrado las conversaciones con los amigos. "Aquí siempre hace mucho frío. Pero la semana que viene llegaremos a -35 grados. Hay compañeros de clase de intercambio en los estados del norte que me cuentan que salen con una pala de casa para ir abriéndose camino por culpa del hielo y la nieve.

El coche a veces se nos queda congelado. A mí se me congela a veces la chaqueta si la dejo en el coche y cuando me la pongo se escucha como rompe el hielo", cuenta Pombar. "Esto no es como cuando vas a Manzaneda, aquí la nieve es tan alta como yo", bromea. Las bajas temperaturas provocan que la mayoría haga planes "en las casas". "¿Un plan en el que haya que coger el coche? Impensable", dice.

Carlota Pombar, igual que Ali Gracia, explica cómo se aborda el problema de acudir a los centros de enseñanza. A algunos de sus compañeros que viven en los alrededores y necesitan el coche para ir al instituto, también se les permite faltar a clase si no pueden acudir por el temporal, los días que haga falta. "Los recuperan cuando acabe el curso, tienen esa posibilidad en unos días marcados por causas como ésta", explica la joven.

El pelo, congelado

El acordeonista Víctor Prieto, residente en Nueva York, cuenta que sus hijas tienen que salir de casa "con el pelo totalmente seco" porque "se les congela". Además, afecta a sus actividades cotidianas puesto que tienen que coger coche y taxi para todo. "Sin embargo, creo que es normal este frío. Todos los años pasa lo mismo", dice .

Alcohol para el coche

Lucía Jardón, una ourensana que trabaja en un hotel en el estado de Kentucky, cuenta que están a -16 grados. "En Chicago es mucho peor. Pero aquí a veces el coche se queda congelado, hay que tener mucho cuidado por el hielo y las carreteras están siempre con sal. Siempre hay que ir con alcohol en el coche para quitar el hielo después", explica. "Ayer me puse unos guantes calentitos, cuando llevaba diez minutos fuera me moría de dolor por el frío", añade.

“No reconoces a tus amigos"

María José Rodríguez, ourensana que vive en la ciudad canadiense de Montreal, cuenta que la situación es difícil, pero que se repite cada año. "Caminas deprisa y no te paras con nadie. A veces ni reconoces a tus amigos de tan arropados que van", explica Como medidas extraordinarias por las bajas temperaturas, María José señala que "hay que tener cuidado con la piel expuesta, porque se puede congelar la mano y la cara en menos de 10 minutos". "En esos días solo sales de casa si es necesario, para trabajar. Si vas en transporte público, verificas bien el horario antes de salir", dice.