CALLEJEANDO

El rincón ourensano del Tíbet

photo_camera Las banderas de plegaria caracterizan el entorno del templo budista, otorgando una estampa única. (MIGUEL ÁNGEL)

La localidad de Ventoselo, en San Amaro, alberga entre sus casas, fincas y tranquilidad un oasis del que irradia una lumínica energía: la fundación Chu Sup Tsang, traducida como "fuente inagotable de sabiduría"

Desde Ventoselo, el aire nos trae una energía especial y única. A partir del grupo que forman las banderas de plegaria ubicadas en medio de la finca que compone el conjunto del templo budista, el viento que corre presuroso se encarga de diseminar el enorme cúmulo de vibración que desde este epicentro emana. Las puertas de la fundación Chu Sup Tansg se abren coordiales para todo el que quiera visitar y conocer de primera mano sus rituales, forma de vida y filosofía. De modo muy especial, esta semana se abren también para las curiosas cámaras del programa Callejeando, que cada domingo emite Telemiño.

Un espacio único

Increiblemente cerca de la ciudad de Ourense, pero en medio de su mas típico paisaje rural, emerge una estructura de arquitectura tradicional, piedra y madera, que ha dado cobijo a la sede de un proyecto único. La fundación Chu Sup Tsang labró paciente la reforma de la antigua casa que hoy constituye su principal sede, y dio forma con sus propias manos al conjunto que se aprecia en el resto de la finca: elementos con los que su labor se lleva a cabo cada día, que se integran dentro de su cosmovisión, y que le permiten ir evolucionando cada día hacia un centro mas apropiado para la enseñanza y el acercamiento a todos los interesados en el budismo.

Al frente de la fundación, el Lama Gueshe Tenzing Tambing, explica pausadamente que la búsqueda inicial se orientaba por encontrar un sitio con buenas vibraciones, una condición que, sin duda, en Ventoselo se ve mas que colmada: "Buscábamos un lugar con paz y buena energía para la meditación. Entonces un discípulo que vive en Vigo contactó este lugar, yo vine aquí y encontré un lugar muy bonito, rodeado de bosque y naturaleza." Para el Lama, Galicia es una zona muy especial, y en particular, la energía de la zona de Ventoselo le movió a decidirse a instalar allí el templo de la fundación.

La búsqueda por un lugar especial para asentar su monasterio en Ourense dio inicio en Vigo, donde Iglesias Rodríguez y su pareja, ambos discípulos del Lama, supieron de la venta de la antigua casa en la localidad de San Amaro. Lo que en principio se trataba de una visita para conocer la casa y la finca con la intención de una compra personal, devino en revelación. Iglesias Rodríguez, nos cuenta que cuando acudió a aquella visita con su esposo, al ver el conjunto en San Amaro, decidió: "Vinimos a verlo, y nos dijimos: este es un sitio muy bueno para hacer el monasterio budista. Entonces llamamos al Lama, y fue cuando él decidió instalar aquí el monasterio budista".

El laborioso trabajo dio sus frutos con el tiempo, y la casa rural se transfromó, gracias a mucho esfuerzo, en el actual monasterio.

Búsqueda interior

Un viaje personal, con diferentes motivaciones, pero con una similar confluencia. Cuando alguien decide acercarse al budismo, sus anhelos, lo resume Iglesias, se podrían resumir en "ser un poco mas feliz en el día a día; la vida diaria un poco más tranquila." Un estado de iluminación y tranquilidad que la vida diaria en muchas ocasiones nos obstruye.

Gueshe Tenzing nos lo explica con mayor detalle, al puntualizarlo como la búsqueda de la felicidad en la vida diaria, trabajando para conseguir el desarrollo de una mentalidad mas positiva que te permita no solo ayudar a dismunir tus propias angustias o sufrimientos, sino las de quienes te rodean.

En las sosegadas y afables palabras del Lama, algo que todos podemos alcanzar tras mucho trabajo y esfuerzo diario: "Buda es un ser iluminado. Antes es igual que nosotros: tiene ira, ignorancia, etc, mente negativa. Pero él despertó y descubrió que la raíz de la felicidad se encuentra en la mente positiva: compasión, amor, paciencia, pensar en los demás, perdonar, etc." En definitiva, la ecuación, en palabras de Gueshe Tenzing, es disminuir la mente negativa e incrementar la positiva, para alcanzar el estado de iluminación: "Tu, yo, nosotros también, un día, podemos ser iluminados", dice tras su enorme y luminosa sonrisa.

En esta búsqueda, Berta Pérez cambió su rutina diaria en Ourense por una estancia actual en el centro. "Empecé a venir hace un año y medio al grupo de meditación de los sábados por la tarde, y poco a poco fui profundizando, encontrando muchas respuestas de las que siempre había buscado. Vi que necesitaba profundizar mas todavía, entonces tomé la decisión de dejar la vida que tenía en Ourense, con su trabajo y demás, y venirme aquí."

La actividad en el centro es incesante, a la dinámica del día a día, rigurosa y específica, se suman los preparativos para las próximas actividades: conferencias públicas y el curso de verano. Las banderas de plegaria ondean alegres, expandiendo la energía que desde Ventoselo emana.

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