La localidades de Petín, Ribadavia, Boborás o Allariz atesoran algunos de los cementerios más bonitos de la provincia, rincones únicos donde pasar la eternidad.
Ribadavia
En el cementerio de Ribadavia, la piedra natural mojada por la lluvia produce un efecto en el que la belleza se mezcla con la tristeza creando esa sensación de melancolía inherente al espíritu gallego.
Una imagen potente la que ofrece el cementerio de Ribadavia. La iglesia imponente se yergue sobre las tumbas y nichos del cementerio.
Arnoia
Encajado en tres terrazas, el cementerio de Vilanova descansa entre la falda de un castillo medieval y el césped relajante que adorna el río Arnoia frente al jardín histórico del Arnado. Allí descansa Vicente Risco.
Petín
El cementerio de Petín es uno de los más bonitos de la comarca de Valdeorras y principalmente por las extraordinarias vistas que se perciben desde él con la tumba de Antolina como punto estratégico.
San Mamede
El cementerio de San Mamede de Moldes es uno de los más bonitos de Ourense y de Galicia enmarcado por castiñeiros y carballos. La iglesia es un ejemplo románico de pequeñas dimensiones situado encima de un antiguo castro y considerado hoy en día como Bien de Interés Cultural. Dentro de este templo se encuentra una capilla añadida en el siglo XX y en la que descansan los restos mortales del galleguista Antón Losada Diéguez. Aquí también descansan los restos de Manuel Chamoso Lamas.
