El caudal del Miño en Ourense se acercó al nivel de activación de alerta durante la madrugada del martes. Los efectos más visibles del aumento del nivel del río son las inundaciones en la zona termal, que, por su situación formando parte del cauce, según recuerdan desde la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, acostumbran a quedar cubiertas tras jornadas de lluvias intensas.
Además, el Sil, a su paso por O Barco, que suele ser más caudaloso que el Miño, también estuvo cerca de activar las alertas debido a su volumen. Para evitar potenciales daños sobre las personas y bienes, el organismo de cuenca utiliza el Centro de Control de Cuenca (CECU) para obtener en tiempo real y vía satélite el nivel al que se encuentra el río, el estado del caudal, de los embalses, la temperatura ambiente y el nivel de precipitación. Así, según los datos, remiten un aviso a Protección Civil y a la Delegación y Subdelegación del Gobierno para que tomen restricciones concretas. En el caso de llegar al nivel que se rozó ayer, el de activación, se tomarían medidas especialmente en la zona termal.
Fuera de peligro
Desde la CHMS informan de que para que se produzcan inundaciones en la ciudad "tendría que llover como en diciembre de 2019", cuando sucedió el episodio de inundaciones más importante desde el año hidrológico 2000/2001.
En 2019, el Miño alcanzó los 3.355,80 metros cúbicos por segundo, el valor más alto registrado en la provincia desde diciembre del año 2000, cuando se alcanzaron los 5.500 metros cúbicos. La crecida provocó que las inundaciones llegasen a la N-120. Además, también se vieron afectados los embalses, que permanecieron casi al 90% de su capacidad y,los suelos, se saturaron debido al alto porcentaje de humedad y se sucedieron varios derrumbamientos en aquella época navideña. Actualmente, según indican desde la CHMS, "nos encontramos fuera de peligro porque llueve más días pero con menos fuerza". Explican que "lo que afecta a los ríos son las lluvias torrenciales, especialmente en los de pequeño tamaño, donde arrastran pequeños arbustos que están en las orillas y acaban en medio del río".
Una búsqueda dificultada
Desde el 5 de enero, lleva activa en el río Miño la búsqueda de una mujer desaparecida en sus orillas. La única pista son sus pertenencias, que aparecieron en las inmediaciones de la presa de Velle. Cada día, los bomberos, la Policía Nacional, incluido su equipo de geos, la Policía Local y Protección Civil, peinan por encima y por debajo del agua la zona con la esperanza de encontrarla , sin embargo, todavía no hay resultados positivos.
Ante situaciones de adversidad como la pasada ola de frío o días en los que el caudal presentaba más fuerza, los equipos han visto su búsqueda dificultada. Por lo que en algunas ocasiones, el buceo en el río fue misión imposible.
