Los vecinos de Ribadavia, Castrelo de Miño, Cortegada y Padrenda se quedan sin piscina este verano. Así lo han anunciado este martes los cuatro concellos en un comunicado conjunto.
La decisión ha sido tomada debido a los "importantes gastos" que se derivarían de adaptar las instalaciones a la normativa derivada del COVID19, así como a la restrición e aforos para evitar aglomeraciones.
Los alcaldes de los ayuntamientos optan por no abrir los espacios de forma conjunto tras haber analizado las posibilidades de apertura. Todos consideran que no es viable abrir las piscinas bajo las condiciones de la denominada "nueva normalidad" debido a los altos costes que supondría. "Sería un esforzo excesivo para as arcas municipais", indican en el comunicado.