Este año se han denunciado 30 sustracciones de colmenas, y tres de los casos escondían un fraude
La expansión de la velutina por la provincia ha coincidido en el tiempo con un incremento de las denuncias por robos de colmenas. El resultado: abejas y avisas se han convertido en los insectos que más tiempo ocupan a las fuerzas de seguridad y a los efectivos de Emergencia. Los primeros, Guardia Civil y Policía Nacional, ya han investigado durante lo que va de año 30 robos de colmenas en diferentes puntos de la provincia, los dos últimos -aún continúan con las pesquisas- en esta misma semana, uno en una finca de San Xoán de Rio y el otro, en el paraje conocido como Teso, en Laza. El afectado, identificado como J.M.A.P., asegura que le han sustraido nueve colmenas, que tenía situadas en una ladera que estaba sin vallar, lo que, a su entender, facilitó el acceso de los ladrones. El valor de las colmenas aún está por cuantificar.
En el apicultor de San Xoán de Río valoró los insectos en más de 1.400 euros. El colmenar también estaba sin medidas de seguridad para evitar la entrada de los ladrones.
La Guardia Civil está llevando a cabo la investigación con total mutismo y no facilitó datos sobre robos en años anteriores, pero el gerente de Frutimel, Néstor Ogando, considera que los robos se dispararon en los últimos años, sobre todo en la comarca de Monterrei y los municipios de A Gudiña, A Mezquita, Vilariño de Conso y Viana.
Los apicultores comenzaron a instalar cámaras de videovigilancia en los colmenares con el objetivo de que graben a los delincuentes. "Hai veciños que teñen a sua forma de vida nas colmeas. Se llas rouban, quedan sin nada", dice Ogando.
Estafas
En lo que va de año, Guardia Civil y Policía Nacional ya han demostrado en tres ocasiones que detrás de la denuncia de robo se escondía un engaño. En algún caso, los implicados denunciaron la sustracción de las abejas para no perder la subvención, de hasta 22.000 euros, concedida por la Administración autonómica para facilitar la producción de miel y estimular el asentamiento de población en el rural. Otros las roban para aumentar el cupo y poder cobrar la subvención.
“Cada día retiramos más nidos"
Mientras aumentan las denuncias por robos de colmenas, bomberos, Protección Civil y Grupos Supramunicipales de Emergencia (GES) no paran de destruir nidos de avispas, en su mayor parte de la especie velutina, más conocida como asiática.
Los efectivos reciben una media de 20 avisos cada día por la presencia de este tipo de insectos, bien en sus viviendas o en los alrededores, en árboles y mobiliario público. Las alarmas se dispararon durante los meses de junio y julio. En muchos de los casos no son velutinas, sino autóctonas.
La retirada de nidos está llegando a ocupar una parte importante de la actividad diaria de los efectivos, llegando a estar, caso de los bomberos de la ciudad, desbordados de trabajo. "Se generó mucha alarma con esta especie. La población está muy sensibilizada cuando no hay motivo, porque las avispas velutinas no son más peligrosas que las autóctonas", apunta el responsable del GES de O Ribeiro, Julio Puentes, que viene coordinando la retirada de entre cuatro y cinco nidos cada día, solo en esta comarca.
En los bomberos de la ciudad esgrimen el mismo argumento: "Las avispas solo atacan cuando se ven amenazadas", apunta el sargento Muñoz, puntualizando que en la ciudad cada vez se están detectando más nidos.
La alarma se incrementó tras registrarse en apenas unos días tres muertes en Viveiro (Lugo), O Porriño y San Cristovo de Cea, por picaduras de avispas. Solamente en el caso de O Porriño el agresor fue una velutina. Una especie que, más allá de su relación con los humanos, despierta como principal problema el peligro que llevan a las abejas autóctonas.
En la actualidad, en la provincia de Ourense hay 920 colmenares de abejas autóctonas para la producción de miel, que se ven amenazados por esta especie.
