En 2020 se cometieron 96 robos en viviendas de la ciudad, 41 menos que en 2019, según el Ministerio de Interior. En la provincia el volumen de robos en casas particulares también fue menor, de los 336 casos de 2019 cayeron a los 257 en 2020. Pese a que el volumen de robos en Ourense es mayor que en Lugo, donde en toda la provincia fueron 186, lejos queda la parte este de Galia de A Coruña y Pontevedra, donde en 2020 se cometieron 1.080 y 876 robos en viviendas, respectivamente. Cabe destacar que en la ciudad de A Coruña, solo en 2020, se cometieron más robos que en todo el territorio de las provincias de Lugo y Ourense en el mismo año.
La ciudad de As Burgas es la tercera urbe de España con menos probabilidades de sufrir un robo en una vivienda asegurada. El informe anual de Unión Española de Entidades Aseguradoras (Unespa) indica que es un 60% menos probable sufrir un robo en la ciudad.
En cuanto a al botín medio que un ladrón se lleva cada vez que se comete un robo en una vivienda asegurada, la cifra en la provincia de Ourense asciende a 982 euros, una de las más bajas de España. En contraposición, en Pontevedra la cantidad es mayor, concretamente la tercera de España, con un bote medio de 1.653 euros. Sin embargo, en el municipio ourensano la media del botín es de 1.006 euros.
Según el estudio de Unespa, el pasado año el volumen de robos se desplazó especialmente a las localidades del litoral. Las limitaciones de los desplazamientos establecidas para contener la pandemia obligaron a los ladrones a centrar su atención en las segundas viviendas, que suelen estar en zonas costeras. Los amigos de lo ajeno evitaron los inmuebles ubicados en núcleos urbanos al ser conscientes de que al ser residencias habituales, sus moradores iban a encontrarse ahí. Además, el estudio también refleja que en los periodos vacacionales (agosto y diciembre) es cuando más crece el índice de robos.
