Los vecinos de la rúa San Rosendo y su entorno llevan meses conviviendo con vehículos abandonados en sus calles, imagen que a algunos recuerda a "los años duros de la crisis". La falta de espacio para aparcar es ya una constante. En una sola manzana se contabilizan al menos siete coches con evidentes signos de deterioro, que los vecinos atestiguan que llevan "varios meses" en la zona.
Las autoridades pueden actuar si reciben notificación, si bien han de constatar el abandono y que llevan más de un mes en el mismo sitio. Los "cementerios de coches" en las calles han sido motivos de protestas durante los últimos meses, no solo en A Ponte, donde algunos vecinos han dicho "basta", y más después de que las obras de la estación intermodal hayan recortado espacios para aparcar en el barrio.
También en O Couto, en zonas como la rúa Goya, han motivado quejas vecinales recientes por el abandono creciente de automóviles, que acumulan polvo y basura en su interior, discos de freno gastadas, ruedas deshinchas o evidentes destrozos en la carrocería.
"Los veo cada día, tienen los discos de freno oxidados. Es curioso que en un radio tan pequeño, 500 metros, haya siete coches abandonados, ocupando una plaza de aparcar, algunos llevan años, otros meses, en el menor de los casos", indica uno de los vecinos de San Rosendo.