ENTREVISTA - VIDA

Rubén Méndez, el celanovés que de niño buscaba historias que contar

Ourense. 01-06-17. Vida. Portada e Venia do Vida a Rubén Méndez.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Rubén Méndez (XESÚS FARIÑAS)

"Te veo en todas partes", esa podría ser la tradución de "I see you everywhere", el cortometraje firmado por el celanovés Rubén Méndez que, recién llegado del Festival de Cans, viene pisando fuerte

Echando la vista atrás, ¿cuándo comenzó a sentir interés por el mundo del audiovisual?

Casi desde que tengo consciencia. Me recuerdo con una cámara bajo el brazo desde que era sólo un niño, buscando historias que contar. En un pueblo como Vilanova dos Infantes era difícil encontrar a chavales con afinidades que fuesen más allá de jugar al fútbol o timbrar en las puertas y echar a correr. Hasta que conocí a mi hoy amigo y compañero Juan Hervella-Rego, director de “Share o no share”, cortometraje con el que ganó el premio a la mejor dirección en el Cans pasado. Venía de la capital y empezamos a filmar nuestras primeras películas de monstruos y ninjas. Hicimos incluso una reel (vídeo de demostración) para enviar a Chuck Norris y que nos contratase, nunca supimos qué le pareció... años más tarde me fui a Madrid porque quería ser actor, pero a pesar de hacer mis pinitos en televisión no tardé en darme cuenta que con mi talento interpretativo iba a pasar más hambre que un piojo en una peluca, así que me involucré más en el universo que hay detrás de las cámaras. 

“I see you everywhere" es el nombre de su último trabajo. Desvélenos, en lo que se pueda, lo que nos podemos encontrar en él.

“I see you everywhere” es la historia de un hombre que se obsesiona con una canción, pero no con una de esas canciones tipo “Suavecito”... no, no, para nada. Es una de esas canciones que te llega al corazón, que suena en tu cabeza como un bucle interminable, que la letra parece que habla de ti, de lo que te está pasando o de esa persona que ves en cada estrofa, en cada estribillo... Lo que pasa es que a veces las canciones no acaban como nos esperábamos. A la gente le llama la atención la lograda estética de los años 70 y un final que no te esperas. La melodía también resulta muy pegadiza, puede que llegue a ser la canción del verano (risas).

Hasta el momento, el trabajo ya ha conseguido ser seleccionado por varios festivales de cine, además de reconocimiento público. Ahora, recién llegado de Cans, ¿qué ha supuesto para usted esta experiencia?

La verdad es que el trabajo acaba de salir del horno, como quién dice y ya nos ha dado muchas alegrías. Está teniendo muy buena acogida en festivales internacionales, ya ha pasado por la India, Colombia, Grecia, Estados Unidos donde ha sido laureado como semifinalista en el Festival de Cine de Los Ángeles y ahora se ha estrenado en España, en el Festival de Cans, donde no ha sido posible conseguir una estatuilla, pero me he traído las reacciones de un público que ha estado muy pero que muy lejos de quedarse displicente y ese es mi mejor premio. Si algo tiene “I see you everywhere” es que o lo odias o te encanta, y eso es algo que me pone.

¿Qué supone para usted cada nuevo trabajo? ¿Hay algo que le inspire o una temática que le llegue especialmente?

No tengo una temática en especial que me llegue, es “mi temática”. Creo que la máxima de cualquier creativo es definir un estilo propio, por lo que considero que no es lo que cuentas sino cómo lo cuentas, dos personas pueden contar una misma historia de formas muy diferentes. La gente que me conoce suele decir que no sabe muy bien cuando hablo en broma o cuando hablo en serio y eso es precisamente lo que hago en mis creaciones. La mayor parte de las críticas que recibo en mis historias es “no es lo que me esperaba”. El ceñirme a un guión previsible o establecido no me gusta. No tengo ningún ritual a la hora de inspirarme, tipo ejercicios de respiración o salir a la naturaleza a buscar a las musas, aún en el caso de que las encuentres sería tan absurdo como que un cirujano deba tener al lado un coach cada vez que tenga que operar. Para inspirarme suelo observar y escuchar a la gente, en la calle, en la cola del supermercado, en los bares... También es posible que creas que simplemente estoy conversando contigo y lo que estoy es robándote datos. Así es la eterna búsqueda del “cazador de historias”.

¿Cómo ve el sector del audiovisual en Galicia?

En Galicia hay mucho talento y calidad cinematográfica. Pero lamentablemente, estamos a años luz de otros sitios donde no es tan difícil conseguir ayuda para llevar a cabo tus proyectos. Que sí, que la cosa está muy malita en todas partes, pero aquí si consigues tan sólo que te escuchen ya puedes dar con un canto en los dientes. De ahí que tantas personas de este sector tengan que hacer las maletas e irse, o como yo, ir y venir. Puede resultar desilusionante para aquellos que tengan una idea un tanto romántica de esto pero del arte no se vive, por eso te ves obligado a desarrollar labores comerciales por otro lado e incluso a trabajar en cosas que poco o nada tienen que ver con el audiovisual si quieres pagarte las facturas. El mito del artista hambriento es una falacia, nadie escribe un buen guión con el estómago vacío o con sus acreedores intentando echar su puerta abajo.

¿Algún proyecto que pueda desvelarnos?

Ahora mismo tengo sobre la mesa la historia de un asesino a sueldo en prácticas poco diligente y estoy escribiendo el guión de un perro con poderes telequinéticos. 

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