SOCIEDAD

El rural ourensano no regula la tenencia de canes definidos como peligrosos

El 70% de los perros abandonados carece de chip y tarjeta sanitaria 

La mayoría de los concellos  ourensanos no tienen en vigor una ordenanza que regule la tenencia de perros de razas catalogados como potencialmente peligrosos. Y los que la tienen la aprobaron recientemente, incluida la ciudad, que la implantó hace sólo dos años. 

Otros tomaron la iniciativa, caso de A Mezquita, A Gudiña, Os Blancos y recientemente Gomesende,  a instancias de los propios dueños de los canes, que temían ser penalizados en caso de que atacaran a una persona o ocasionasen cualquier otro incidente. "Un día nos apareceu unha veciña no concello para inscribir un perro e tramitar toda a documentación. Nós non tíñamos ningún rexistro e decidimos aprobar unha ordenanza. Esa veciña xa se foi, hoxe non temos ningún can potencialmente perigroso, pero a norma está aí por si aparece un novo caso", apuntó el alcalde de Os Blancos, José Manuel Castro. 

El ataque de dos perros,  uno un dogo de Burdeos y otro un cruce con boxer,  a la octogenaria María Dolores A.B., (quedó herida grave)  cuando regresaba el pasado sábado a su domicilio en O Covelo (Pontevedra), podría cambiar está situación. En la actualidad, los distintos grupos de gobierno recaban información ante la Xunta de Galicia para impedir un nuevo caso. "No temos rexistro de cans, pero hasta o momento tampouco tivemos ningún no municipio", apuntó el regidor de Pontedeva, Juan Carlos González.

En Galicia están catalogadas como peligrosas las razas American Stafforshire Terrier, Pit Bull Terrier, Bullmastif, Dobermann, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Dogo del Tíbet, Fila Brasileño, Mastín Napolitano, Presa Canario, Presa Mallorquín, Rottweiler, Staffordshire Bull Terrier, Tosa Inu y Akita Inu. Pero estas no son las únicos que están bajo sospecha. El ataque sufrido por la vecina de O Covelo generó en los últimos días críticas por los perros que vagabundean sueltos por las calles, que en la mayoría de los casos no tienen chip que identifiquen al dueño ni tarjeta sanitaria. Prueba de ello la tienen en la asociación Pro Animales de Verín, cuyos responsables recogen a diario perros abandonados. "Un 70% de los canes no tiene chip y los que lo tienen le borraron los datos", apuntó la presidenta del colectivo  María Nieves Gascón. "Los perros que llegan a Pro Animales suelen ser dóciles, aunque los primeros días se muestran agresivos y con mucha desconfianza porque intentan defenderse al verse atacados", añadió Gascón.

Los agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) intensificaron la vigilancia durante los últimos días en los montes ourensanos con el objetivo de localizar cazadores con perros que no están identificados o pasaron los controles sanitarios. Las multas,según fuentes del cuerpo, van desde los 600 hasta los 1.000 euros.

Perros sueltos

Juan Fernández Calvo es cartero y a diario recorre las calles de pueblos ourensanos para entregar correspondencia. "Llevo un palo  porque en todas las calles hay perros sueltos y al percatarse de un extraño comienzan a ladrar y se ponen agresivos. El palo es para defenderme", apunta, puntualizando que hay vecinos que tienen perros sueltos para custodiar la vivienda.

La legislación obliga a los dueños de los animales, sobre todo los catalogados como peligrosos, a llevarlos atados, tenerlos identificados y pasar los controles sanitarios. "La mayoría de los dueños de canes en el rural no cumplen los requisitos. Si pasa algo alegan que el perro no es suyo y no hay forma de demostrarlo", añade el cartero. 

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