El rural ourensano planta batalla a un virus que toca ya a más de 50 concellos

A Peroxa Afonsín (Amoeiro). 17/04/2020. Reportaxe sobre o impacto da crisis sanitaria no mundo rural. Na foto unha vista panorámica do concello de A Peroxa.
Foto: Xesús Fariñas
"Estabamos atemorizados por se caían aldeas enteiros, pero a xente cumpriu e estamos aguantando", dicen en Paderne

La fase aguda de la epidemia de COVID-19 ha empezado a pasar a mejor vida y la provincia se adentra en una fase de estabilización, la tan ansiada meseta, mientras más de la mitad de los municipios no han conseguido librarse de la penetración del virus. Atendiendo a los datos conocidos en las residencias de mayores y los facilitados a los vecinos (siempre de forma confidencial), al menos 51 concellos tuvieron al menos un caso positivo de COVID-19.


Mejor de lo esperado


No todos han conseguido librarse, pero el rural ha ido resistiendo por encima de las expectativas que tenían muchos alcaldes al principio. "Aquí mantemos os cinco casos que tiñamos, e iso que tiñamos medo, o medo que eu iña é que ao ser nunha aldea acabaran todos contaxiados, pero a xente portouse moi ben, o da Semana Santa foi incrible, e hoxe tocamos madeira, pero a situación non variou", explica el regidor de Paderne de Allariz, José Manuel Fernández. 

El movimiento ha ido "in crescendo" en los últimos días, "nótase máis movemento, pero é que a xente ten que ir ao médico, á farmacia, xa van moitos días", asegura.

Las cifras de impacto en los municipios hay que cogerla con pinzas, como reconocen los propios regidores consultados, "xa que o noso alcance para saber se hai contaxiados é limitado", por lo cual se han visto incluso a lo largo de las últimas semanas a concellos como el de Melón incluso solicitando información directa a la Consellería de Sanidade sobre la afección en su territorio para poder actuar con otros criterios.

"Nunca estiveron tan desinfecadas as nosas aldeas". Con esa frase resume la alcaldesa de Castro Caldelas, Sara Inés Vega, el esfuerzo que desde los gobiernos locales y voluntarios de Protección Civil se ha llevado a cabo para evitar la expansión del virus.


Una quincena más en abril


Si a principios de abril Solo 34 concellos habían constatado algún caso positivo, la fase aguda de la enfermedad se cierra con un 55% de los municipios afectados, al menos que conste a los alcaldes. En las últimas semanas se unían concellos más pequeños, como San Xoán de Río, que tiene ocho casos, Chandrexa, Nogueira de Ramuín, Ramirás, Barbadás, A Rúa, Vilamartín... El virus ha ido penetrando en los diferentes rincones de la provincia, aunque deja todavía pueblos "vírgenes" como Larouco, Petín, A Peroxa... Lugares donde no ha conseguido llegar el "bicho". En A Peroxa llegó a circular un bulo sobre una muerte, como en otros rincones de la provincia. Pero sin hechos constatados.

 Allí "tocamos madeira", decía el regidor, Manuel Seoane, ahondando en que tienen hasta cinco residencias de mayores, lo cual generaba mayores temores, que han contrarrestado con muchas desinfecciones y protección, como la que realizó voluntariamente la vecina Sonia Bouzo, que armó a negocios y geriátricos con sus pantallas protectoras. 

En Petín, por ejemplo, aguantan sin la embestida del virus, y lo consiguen, en parte, por el esfuerzo de vecinas como Pili, Asun,Castora, Cris, Natalia, Quina, Ermitas, Concha e Inés, que, como aclararon desde el Concello, las hacen "sin ningún tipo de interés".


Allegro, ma non troppo


A los lugares donde el virus causó daño, como es el caso de Castro Caldelas, ha llegado el optimismo tras semanas duras. "Vai indo bastante ben, ten mellorado moito, os test que temos feito esta semana están dando todos negativos", explica Vega. Sin embargo, nadie baja la guardia. "Temos que estar ao toque, temos moita xente maior e non podemos descoidarnos o máis mínimo", dice la alcaldesa. El comportamiento de la gente del rural ha sido excelso. "A xente está respectando e convencida de estar na casa, levan mascarillas e tamén pantallas"..

También en Maceda están consiguiendo sacar la buena cara, donde consiguieron rebajar a cuatro los casos activos. "Se nos pomos todos a unha, isto vaise acabar pronto", sostenía ayer el regidor, Rubén Quintas: "Sempre hai unha luz de esperanza para que isto remate".  

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