entrevista

"Al rural no va gente que no puede estar en otro sitio, llega la que cree en él"

Migue Ángel Pérez Dubois, director del Agader.
photo_camera Migue Ángel Pérez Dubois, director del Agader.

El director xeral del Agader, Miguel Pérez Dubois,  sigue con su apuesta por que los terrenos abandonados tengan valor. Es algo que la Consellería de Medio Rural tiene en el punto de mira

El director xeral del Agader, Miguel Pérez Dubois (Madrid, 1961),  sigue con su apuesta por que los terrenos abandonados tengan valor. Es algo que la Consellería de Medio Rural tiene en el punto de mira. Proyectos que pongan en valor la tierra y, siempre, incide Dubois, "sin que el propietario pierda la propiedad".  

¿Funciona el Banco de Terras?

Por una lado está la gestión de las fincas que se incorporaron fruto de la concentración parcelaria. Y las fincas que los propietarios incorporan para que las arriende otra persona. Se está acelerando el proceso de arrendamiento, en el que había cierto retraso por trámites administrativos. Vamos a agilizarlo más cuando aprobemos la nueva ley.  La segunda pata son estos proyectos, en los que las empresas demandan terrenos.Nos hemos dado cuenta que si tomamos la iniciativa somos más rápidos. Esa vía es la que estamos desarrollando cada vez más. 

En Ourense, nos topamos con el problema de terrenos desconocidos. ¿Qué se está haciendo?

En la propia ley, va  haber determinados artículos  sobre estas fincas que son, o bien de propietarios desconocidos o bien de propietarios que se conocen, pero no sabe los herederos concretos. En la ley de acompañamiento de los presupuestos ya se incluye la incorporación cautelar de este tipo de fincas al Banco de Terras, y cuando aparezca el propietario se subrogará la situación en la cual estaba. Es un problema, hay muchas propiedades en esta situación, pero tenemos que ser proactivos. No podemos parar si no hay un propietario bien determinado. Pero siempre sin que pierda la propiedad.

¿Cuánto duran los contratos?

Los propietarios incorporan la tierra al Banco de Terras, un intermediario público, con respaldo de la Xunta. La duración del contraro dependerá del cultivo. No es lo mismo poner un viñedo, unas patatas o un pasto. 

Una empresa necesita terrenos, pero uno de los propietarios de parcelas es reacio.¿Qué se hace?

Hay una obligación por parte de las propietarios de tenerla mínimamente limpia o cultivada. Si no lo hacen así, o las ceden a un tercero o las incorporan al Banco de Terras. Las fincas tienen que estar mínimamente cuidadas. 

¿Ha mejorado la concienciación?

Creo que sí. Que todos los gallegos queremos que no vuelva a suceder lo de 2017, cuando murieron cuatro personas por los incendios. El propietario que entre en estos proyectos se evita tener que limpiarlo cada año, y también puede cobrar una renta. Es como arrendar un piso. 

¿Se puede decir que no a algún propietario que quiera entrar?

Tienen que ser fincas con vocación agraria. No fincas urbanas ni fincas que no sean aprovechamiento. 

¿Hay interés de empresas en el rural? 

Hay proyectos piloto en toda Galicia, como en Cualedro. Hay explotaciones que necesitan terreno, y propietarios que se evitan tener que limpiar sus terrenos. Es darle vida, devolver ese orgullo al rural. 

¿Es hora ya de superar el minifundismo? 

Evidentemente, sí. Pero podemos luchar, bien con la concentración parcelaria, que reduce el número de parcelas; o con esto que estamos haciendo, que son  concentraciones de usos.  Ese aprecio a la pequeña tierra tiene que trascender hacia este tipo de usos. Este minifundio también es una oportunidad para poner en cultivo todas esas fincas. Si hubiera grandes fincas como en Andalucía, no habría abandono y no podrían venir estas nuevas explotaciones, ni gente nueva que quisiera ir al rural, porque ya estaría cultivado. En el rural hay futuro, por descontado, llevamos casi 2.000 jóvenes incorporados a la agricultura, bien formados. Al rural no vienen los que no pueden estar en otros sitios, al rural está llegando gente que cree en el rural, que quiere sacar rendimiento al rural y que quiere vivir en el rural. Es una oportunidad, hay que aprovecharla. 

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