El aviso amarillo por fuertes lluvias –que se mantiene hoy tras dejar ayer intensas precipitaciones en toda la provincia, con acumulaciones de hasta 42,7 litros por metro cuadrado en Entrimo– tiene en vilo a los feligreses de San Pedro de Moreiras. Esta iglesia del ayuntamiento de Toén, declarada Bien de Interés Cultural, sufre filtraciones de agua desde hace tiempo. La Xunta licitó el pasado mes de julio las obras de restauración de la cubierta del templo por más de 100.000 euros. Los vecinos y el párroco demandaban ayer antes de la misa dominical soluciones urgentes ante la llegada del invierno. El triste tour empieza por la talla de Nuestra Señora de la Soledad. El hábito negro de la religiosa se ha vuelto blanco en varias zonas después de que el agua que se filtra por las paredes y el techo llegase hasta ella. La rápida actuación de la parroquia ha permitido salvar la imagen, cambiándola de ubicación. Al fondo del edificio religioso, la deteriorada Santa Soledad es la estampa de la urgencia de medidas.
Temor al cierre temporal
San Pedro de Moreiras no es el caso más sangrante de los bienes religiosos que lanzan un "SOS" en la provincia. La famosa "Lista Roja del Patrimonio" que elabora Hispania Nostra anota cuatro edificios en mal estado de conservación en la provincia. El último se añadió el pasado mes de mayo, después de ocho años sin elementos ourensanos nuevos en este mapa.
"Cando ven unha tromba un pouco fuerte é un perigo", dice un vecino a la entrada de San Pedro de Moreiras. "Non podemos deixar derramar unha igrexa deste tipo. Isto é coma unha catedral case", alaba otro vecino. Les preocupa la llegada del invierno y las lluvias. El sacerdota, Jorge Juan Pérez, hace de guía por la iglesia, que tiene que tirar de calefacción. Enchufes inservibles por las filtraciones de agua de las paredes y el techo y una viga en la nave central en estado deficiente. De hecho, hace dos años que la fractura de la misma provocó el cierre temporal del templo. Ya prevén una solución para este invierno. El traslado temporal a la Casa de Cultura.
Los cuatro de la Lista roja
La casa rectoral de San Xoán de Barrán, en Piñor, es el último bien ourensano en sumarse a la Lista Roja del Patrimonio que elabora Hispania Nostra para poner en valor elementos patrimoniales cuyo estado de deterioro es considerable. "Techo parcialmente derrumbado, mal estado en general e invadida por la maleza", las razones de inclusión.
El monasterio de San Paio es el más antiguo que pertenece a esta lista. Gracias a asociaciones como O Sorriso de Daniel, ha sido limpiado de las hierbas que estaban cubriendo esta joya del románico. Completan el listado el convento del Bon Xesús de Trandeiras y el monasterio de Santa Comba de Naves.
Inspecciones y catálogo
Carmen Varela es la secretaria de O Sorriso de Daniel. Alerta de más situaciones. "En Pardollán (Santo Estevo), a igrexa está desteitata, non queda unha tella posta. En Melón melloraron as filtracións da auga, a última vez había que ir en catiuscas". Lobás, en Carballiño, también necesita mejoras. "Insistimos en que o que fai falta son inspeccións periódicas do patrimonio e a dixitalización das fichas de catalogación dos bens", añade Varela.
Carlos Henrique Fernández Coto, presidente de la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego, alerta de un problema "común" en toda Galicia. "Si hay conservación y mantenimiento no tenemos que llegar a la rehabilitación".
Tirando de crowdfunding
Juan Ayres, de la junta directiva de Hispania Nostra apunta a las "posibilidades de las nuevas tecnologías" para sacar a flote el patrimonio. Una de las últimas iniciativas de la entidad es un micromecenazgo en el que se pueden apoyar proyectos de rehabilitación. "En Burgos hemos recuperado dos retablos de gran valor", cuentan desde Hispania Nostra.
