Un sábado diferente: apertura en Ribadavia y Xinzo y resignación en Sarreaus y A Rúa

photo_camera El aumento de las limitaciones en Sarreaus y A Rúa y la relajación en Ribadavia y Xinzo marcan la jornada
Las restricciones que entraron en vigor esta pasada medianoche dejan las dos caras de la moneda en cuatro concellos ourensanos

Sábado diferente para cuatro concellos ourensanos, que arrancaron una jornada de polos opuestos después de las decisiones tomadas ayer por el subcomité clínico de Sanidade. Por un lado, Ribadavia y Xinzo viven su primer día con el nivel básico de restricciones. Adiós al cierre perimetral y aumento en horario y aforo de la hostelería. En en otro lado, Sarreaus y A Rúa, que pasaron desde esta pasada medianoche al nivel medio-alto y vieron endurecidas las restricciones, con un cierre perimetral y una reducción de horarios y aforos en materia hostelera.

Ribadavia y Xinzo celebran la decisión de Sanidade, después del esfuerzo realizado durante las últimas semanas para frenar la evolución de la pandemia. El sector hostelero, uno de los más afectados por las restricciones, muestra su alegría, sin olvidarse de pedir prudencia.  El alcalde de Ribadavia, César Fernández, señalaba que la relajación de las medidas en este municipio "é una boa noticia que estábamos agardando". Alegría entre hosteleros, comerciantes y vecinos que agradecen la apertura: "Parece que hasta nos cambió el humor".

Por su parte, Alberto Rúa, presidente de la asociación de hosteleros de Xinzo, reconoce la alegría del sector. "Temos moitas ganas de abrir, moitos locais tiveron que estar pechados", señala.

En Sarreaus, sin embargo, estaban preparados para esta decisión. Los establecimientos hosteleros echaron el cierre de forma voluntaria a lo largo de la semana, a causa del incremento continuo de casos activos. "Non nos sorprenden as medidas, son moi razoables. A poboación está concienciada e o que quere é que mellore a situación", asegura el alcalde del municipio limiano, Gumersindo Lamas.

En A Rúa conocían que estaban bajo la lupa del comité clínico desde hace dos semanas y aceptan con resignación las nuevas medidas. "É mellor pechar agora que despois, cando a situación esté peor", explica Álvaro Fernández, regidor del concello.

Las primeras horas en el municipio rués transcurren con controles en los accesos a la localidad (puntuales) y muy poca gente en la calle. Terrazas de bares con pocos clientes y preocupación también en Petín, municipio que no está cerrado pero cuyos vecinos hacen casi todas sus compras y gestiones  en A Rúa. Incluso comparten la estación de ferrocarril. 

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