La Real Academia de Lengua Española ha publicado en sus redes sociales un tuit en el que informan a sus seguidores acerca de algunos de los grados superlativos en los que más errores cometen los hispanohablantes.
Muchos recordarán el ejemplo que ponen los profesores de lengua castellana en el colegio o en el instituto, el superlativo de pobre, paupérrimo. Este es solo uno de una gran lista de ejemplos que tienen una formulación del grado superlativo alternativa a la finalización común en -ísimo.
Los ejemplos elegidos muestran "un conocimiento superlativo del español", comenzando por el superlativo de cruel, crudelísimo, uno de los relativamente sencillos, al igual que sacratísimo, al superlativo de sagrado, ya que sacro, como adjetivo, es una palabra relativamente común, el último de los fáciles es frigidísimo, y es que todos conocemos a alguien de carácter frígido.
Ahora vienen los complicados, palabras que no acostumbramos a oír en el día a día que demuestran un gran conocimiento del superlativo de la lengua castellana. Para comenzar integérrimo, el superlativo de íntegro, que junto con misérrimo (mísero) y pulquérrimo (pulcro), conforman la terminación en -érrimo al igual que ocurría con paupérrimo, estos son solo algunos ejemplos de superlativo con esta terminación.
Para finalizar, el más desconocido, un grado de superlativo que seguramente no hayas oído nunca. El superlativo de enemigo, palabra digna del villano mas terrorífico es inimicísimo.
