El “salvoconducto" del perro no cuela

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El fin de semana del Día de Difuntos, tradicionalmente  uno de los más movidos del otoño, dejó a los vecinos de la ciudad sin visitas al pueblo. Las fuerzas de seguridad  taponaron las salidas para evitar fugas sin salvoconducto.

A las cuatro de la tarde de ayer  los principales accesos a la ciudad quedaron taponados para evitar desplazamientos a la casa del pueblo, algo habitual en Fieles Difuntos, o al apartamento en la playa en un fin de semana en el que, según Meteogalicia, se puede arañar algo de sol en las Rías Baixas. Hubo controles de la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local a las salidas de Ourense, pese a  que la Vuelta Ciclista a España que aterriza en la ciudad el miércoles detrae  efectivos, y en horario vespertino ya que la niebla de la mañana aconsejó, en aras a la seguridad del tráfico, suspenderlos. 

Las vigilancias policiales para evitar salir de la ciudad y del concello limítrofe de Barbadás desde el pasado ocho de octubre, cuando se acordó el cierre perimetral, se repiten a diario. Pero al llegar el fin de semana, el número de infractores -vehículos retornados- aumentan. Hay más movilidad de salida y las excusas, como la del trabajo, cuelan menos. Tampoco otra de las más socorridas, "dar de comer al perro o a las gallinas". Y con justificante incluido: "Te enseñan el documento de registro del animal en el correspondiente municipio al que pretenden desplazarse", asegura un policía consultado. La avería en la casa del pueblo o la compra a la madre sin medios -añade- también son frecuentes.

El "salvoconducto", tal como se denomina en el argot policial, tiene que estar bien justificado. "No vale con decir que tienes que ir al pueblo a ver a tu madre enferma sino que hay que aportar un justificante médico", asegura un agente consultado por este diario. En los controles para evitar salidas, la principal finalidad es informativa -"tienen filosofía preventiva y solo se sanciona si la gente se pone farruca"- pero con muchos matices. Las fuerzas de seguridad llevan un control de "coches retornados" (los obligados a regresar de nuevo a la casilla de salida), y la primera vez que se intenta jugar al despiste puede colar, pero la segunda vez tiene consecuencias. 

 La media diaria -entre el 21 y 27 de octubre- fue de 64 vehículos diarios  interceptados sin salvoconducto válido en la unidad perimetral  de Ourense y Barbadás.  En la conformada por O Carballiño, O Irixo y Boborás fueron 20 los coches retornados al día mientras que en la unidad perimetral de Verín, Oímbra e Vilardevós, 41.

 Pero solo hubo 24 propuestas de sanción en ese periodo en toda la provincia por vulnerar los incumplimientos de las restricciones de mobilidad.  En la ciudad, por ejemplo, se pasó de días de 30 sanciones a "apenas cuatro diarias en estos días". La Policía Nacional reconoce que "los ciudadanos están más concienciados". 

Las actas tramitadas admiten graduaciones y hasta una doble propuesta de sanción: hay personas, las menos, que son reacias a retornan a su domicilio habitual. En estos casos, a los 600 euros de rigor por una infracción leve de la Ley 33/2011 General de Salud Pública pueden añadir otra propuesta de sanción administrativa (entre 100 y 601 euros) en virtud de la Ley 4/2015, de Protección de  la Seguridad Ciudadana, siempre y cuando se resista a colaborar con los agentes. Si la oposición es muy subida de tono sería un delito de resistencia a la autoridad y podría llevar acarreada una detención. 

 En el primer caso, la Jefatura territorial de Sanidade fija el importe y en el caso de la resistencia a cumplir las órdenes policiales, la Subdelegación del Gobierno. 

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