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San Rosendo ofreció a 1.400 mayores “experiencias activas”

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photo_camera Usuarios de la residencia Casa Grande, con alumnos del Terras de Maside en un proyecto intergeneracional.

La Fundación arrancó hace tres años esta iniciativa, que apuesta por el envejecimiento saludable 

El Proyecto Experiencia Activa, iniciativa promovida por la Fundación San Rosendo y La Región para animar al envejecimiento saludable y de calidad en la provincia de Ourense, contó con la participación de 1.400 personas mayores desde su puesta en marcha hace tres años. Esta iniciativa, que cuenta con el patrocinio de Inditex, pretende mejorar el bienestar de las personas mayores, compartiendo las buenas prácticas que los profesionales de la Fundación aplican desde hace 25 años.

Desde su inicio en 2014, la iniciativa ha difundido estudios y actividades desarrolladas en los 31 centros de la Fundación San Rosendo y los cuatro centros de Caldaria. En ellos han participado 38 profesionales, entre médicos, enfermeras, educadores, fisioterapeutas y directores de centros.

La Fundacion San Rosendo avanzó que mantendrá el compromiso con el proyecto Experiencia Activa en los próximos años. Jose Luis Gavela, presidente de la Fundación San Rosendo, recuerda que "las empresas encargadas de ofrecer un servicio asistencial a los mayores tenemos un papel relevante a la hora de proporcionar y difundir la importancia del envejecimiento de calidad, por lo que mantenemos nuestra apuesta por este proyecto, que busca añadir calidad a la vida de nuestros mayores".

El objetivo del envejecimiento activo es añadir "vida a los años", precisamente el lema del 25 aniversario de la Fundación. Según subraya Gavela, "el reto de todos es añadir calidad de vida a los años a través del fomento de hábitos saludables, como la promoción de ejercicio físico, actividades de estimulación cognitiva y emocional, incorporación de las familias en el desarrollo y vida diaria de los mayores, y la potenciación de la independencia y autoestima de los mayores".

Una de las iniciativas con mayor peso dentro del proyecto es el Banco de Lembranzas. Hasta la fecha se han documentado 111 experiencias vitales de personas mayores contadas por ellos mismos y grabadas en vídeo. Los entrevistados han enriquecido a través de sus historias el conocimiento de los trabajadores sobre ellos, poniendo a su disposición una herramienta única de personalización, que contribuye a la mejora del cuidado no sólo físico sino emocional del usuario. Gracias a esta herramienta, se implementaron mejoras en la atención de personas que, por ejemplo, demandaban más contacto con familiares que viven lejos a través de videoconferencias mensuales con sus familias. En el año 2017 se ha ampliado de ocho a 20 el número de residencias participantes en el proyecto, que continúa su evolución en los diversos centros repartidos por las cuatro provincias gallegas.

Por otra parte, se han mejorado las relaciones sociales de los mayores participantes con diferentes colectivos: con familiares, a través del concurso de postales de Navidad celebrado cada año; con personas de su misma edad, mediante las jornadas de convivencia de mayores procedentes de distintas residencias, y con personas de grupos de edad diferente, dentro de las jornadas intergeneracionales con centros de Educación Infantil.

Los mayores también han estimulado su memoria gracias a este proyecto, a través de las jornadas de recuperación de costumbres populares y creación literaria llevadas a cabo en Nuestra Señora de Villanueva (Allariz), donde se potencia el recuerdo de canciones tradicionales gallegas, y en el de Nuestra Señora de la Salud (A Peroxa), centro en el que se trabaja la creatividad y creación literaria de los mayores con iniciativas culturales y poéticas.

Nuevas tecnologías

En el último año de la iniciativa, también se ha promovido la independencia y autoestima de las personas mayores a través de los cursos de iniciación a las nuevas tecnologías llevados a cabo por los usuarios de la residencia San Martiño de Luintra, y las entrevistas realizadas a los mayores que viven en apartamentos tutelados de la Fundación San Rosendo, una alternativa habitacional para personas mayores válidas en las que el usuario mantiene su independencia y sólo comparte algunos servicios comunes.

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