ELECCIONES GENERALES

Furor por Sánchez, que se peina en As Burgas: "Le hablo por el Facebook"

El candidato socialista visitó uno de los emblemas de Ourense y posteriormente saludó a vecinos con los que se encontró

Allí donde acaba el rianxo y empieza el camino a los jardines de As Burgas se bajó Pedro Sánchez de su coche oficial. "Yo le hablo por Facebook, sabe", fue el primer comentario con el que se topó el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno a su llegada a Ourense. La mujer le dio las "graciñas" por la foto tras espetarle esta anotación que hizo sonreír a Sánchez y compañía.

En los jardines de As Burgas también le esperaba otro seguidor ourensano. El hombre se colocó el pin socialista de un mitin del 82 en la chaqueta cuando avistó a los guardaespaldas a lo lejos. Un "soy de los tuyos" por si agiliza el retrato con Sánchez, que, por supuesto, saludó a este vecino. "A ver si ganamos, eh", se ilusionó otra mujer a su llegada. Él asintió.

El momento culmen de este rodeo de Sánchez por el casco histórico antes del mitin llegó en el manantial de As Burgas, una experiencia para los sentidos.  "Madre mía, quema...", dijo Pedro Sánchez después de arremangarse los pantalones para tocar el agua y peinarse con ella. "Está quente", le avisó–tarde–el líder gallego del PSOE, Gonzalo Caballero. 

"Pensé que me ibais a decir que tenía que pasar por ahí otra vez", bromeó con la prensa sobre la hipótesis de volver a probar el agua de As Burgas. 

Tras el retrato de familia socialista enfiló la rúa de As Burgas, sede de otra familia política: la del BNG. Aparte de desearle suerte desde algún comercio, la banda sonora que acompañó al candidato a la presencia fue la del Bloque Nacionalista Galego. Alguien anduvo fino para darle al "play".

Llegó hasta la Praza Maior, donde Marina Tallón le presentó a una colega. "Vengo del pueblo expresamente para verte", le dijo la mujer, mientras la aspirante socialista al Senado se encargó de fotografiarles. "Marisa, esto te queda para la posteridad", se alegró por su amiga.

Los que estaban con el vermú en la praza Maior giraron las cabezas, aunque sin alboroto. Pedro Sánchez volvió  a subirse al coche oficial en la avenida de Pontevedra. 

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