El Concello de Ourense trata de pisar el acelerador para construir un marco normativo que sirva como arma para combatir el exceso de ruido en horario nocturno y armonizar la convivencia entre ocio y vecinos, ya que los problemas se están multiplicando, especialmente en el Casco Vello, pero también en la zona centro.
Los miembros de la comisión creada a principios de diciembre ya tienen en sus manos un borrador de ordenanza para poder llegar con propuestas y aportaciones el próximo 15 de enero, un texto elaborado en la Concejalía de Urbanismo al que ha tenido acceso este periódico y en el que se contempla un notable incremento del régimen sancionador para aquellos que incumplan la ordenanza, pero también la obligación de elaborar planes específicos para cada una de las zonas que precisen una protección acústica especial.
Entre las novedades de la norma, está el incremento de la cuantía de las multas, que podrán llegar a ser de hasta 300.000 euros, pero también la ampliación de los supuestos en los que el Concello puede decretar la suspensión de la licencia de actividad a los establecimientos que incumplan el límite de ruido, ya que se fija esta posibilidad en las infracciones leves, aunque por un plazo máximo de un mes, pudiendo llegar a ser definitiva si las faltas son muy graves.
Si sigue adelante el borrador, se podrían llegar a considerar infracciones muy graves superar los valores límite de ruido en más de 5 decibelios (ahora es a partir de 15) si se entiende que se está produciendo un daño o deterioro al ambiente o a la salud de las personas. Por su parte, entre las infracciones leves se incluye el ruido procedentes de usuarios en la vía pública.
Medidas
El Concello se reserva la competencia de declarar las zonas de protección acústica especial "coa finalidade de reducir os niveis ata acadar obxectivos de calidade", elaborándose para cada área un plan específico con el objetivo de establecer las medidas correctoras, que correrán a cargo de los responsables de cada establecimiento.
En caso de que las actuaciones que se lleven a cabo no sean eficaces después de tres años, existe la posibilidad de declarar el área como zona acústica especial.
El borrador propuesto por Urbanismo recoge también que, tras la entrada en vigor de la ordenanza, los titulares de las actividades que se pongan en marcha deberán presentar un informe de ensayo o certificado de aislamiento acústico, para medir el impacto del ruido con las viviendas o el aislamiento de las fachadas.
Planes
"A presente ordenanza ten por obxecto garantir o dereito á intimidade persoal e familiar, á protección da saúde, así como á calidade de vida e a un ambiente adecuado", recoge el primer artículo del texto remitido a los miembros de la comisión, conclusión que hace suya el gobierno municipal, que asegura que "es un tema prioritario" que no quiere dilatar en el tiempo, por lo que a partir de enero habrá reuniones cada dos semanas para apurar plazos.
