Tres técnicos sanitarios se tirarón ayer de una ambulancia cuando circulaban por la autovía Rías Baixas, en Monterrei, al comenzar a arder el motor del vehículo y fallar los frenos.
Antes de fallecer carbonizados, saltamos del vehículo. Esto fue lo pensaron y llevaron a cabo tres técnicos de una ambulancia cuando circulaban por la autovía Rías Baixas, a su paso por Monterrei.
Los sanitarios circulaban en dirección a Vigo y a la altura del kilómetro 168, se percataron de que salía mucho humo del motor de vehículo. El conductor pisó el freno con la intención de parar el vehículo y averiguar que era lo que estaba pasado en el motor, pero el sistema de frenado no respondía. Es más, la ambulancia cada vez corría más y cada segundo que pasaba desprendía más humo, que pronto se convirtió en llamas, según fuentes de Tráfico.
El conductor continuaba pisando el freno pero al cerciorarse que no funcionaba, los tres ocupantes decidieron abrir las puertas y arrojarse a la calzada.
Dos de ellos no sufrieron heridas pero el tercero resultó herido leve y, tras alertar de su teléfono móvil al Servicio de Emergencias 112, fue traslado en una ambulancia del 061 al Hospital de Verín, donde fue atendido de una fractura en una mano y policontusiones en diferentes partes del cuerpo.
El vehículo, una vez que los tres técnicos sanitarios se arrojaron a la calzada, terminó estrellándose contra la valla medianera del vial. Pudo provocar un accidente, pero afortunadamente no había mucha circulación a esa hora, afirmaron fuentes de la Guardia Civil.
El aparatoso accidente se produjo en lo que se conocer como subida de As Estivadas. El motor del vehículo, que no transportaba ningún enfermo, posiblemente a causa de un sobrecalentamiento debido a la velocidad y la empinada subida, comenzó a arder.
Los sanitarios circulaban en dirección a Vigo y a la altura del kilómetro 168, se percataron de que salía mucho humo del motor de vehículo. El conductor pisó el freno con la intención de parar el vehículo y averiguar que era lo que estaba pasado en el motor, pero el sistema de frenado no respondía. Es más, la ambulancia cada vez corría más y cada segundo que pasaba desprendía más humo, que pronto se convirtió en llamas, según fuentes de Tráfico.
El conductor continuaba pisando el freno pero al cerciorarse que no funcionaba, los tres ocupantes decidieron abrir las puertas y arrojarse a la calzada.
Dos de ellos no sufrieron heridas pero el tercero resultó herido leve y, tras alertar de su teléfono móvil al Servicio de Emergencias 112, fue traslado en una ambulancia del 061 al Hospital de Verín, donde fue atendido de una fractura en una mano y policontusiones en diferentes partes del cuerpo.
El vehículo, una vez que los tres técnicos sanitarios se arrojaron a la calzada, terminó estrellándose contra la valla medianera del vial. Pudo provocar un accidente, pero afortunadamente no había mucha circulación a esa hora, afirmaron fuentes de la Guardia Civil.
El aparatoso accidente se produjo en lo que se conocer como subida de As Estivadas. El motor del vehículo, que no transportaba ningún enfermo, posiblemente a causa de un sobrecalentamiento debido a la velocidad y la empinada subida, comenzó a arder.
