El obispo Luis Quinteiro resaltó el valor del silencio entre los católicos en los actos del Viernes Santo

El Santo Entierro abarrotó calles y plazas

La Dolorosa recorre las calles céntricas de la ciudad. (Foto: Miguel Angel)
El Viernes y el Sábado santos continuaron dando cuerpo a la Semana Santa ourensana con diversos actos que congregaron a numerosos fieles en los diversos templos de la provincia. El Viernes Santo la celebración de la Pasión se escenificó, y el Santo Entierro en Ourense reunió en el centro de la ciudad a una multitud de personas que abarrotaron la Plaza Mayor.
El Viernes Santo, durante la celebración de la Pasión en la Catedral, el obispo resaltó que ’era día de silencio para que hable la Palabra de Dios; se impone contemplar el Misterio de la Cruz en silencio, asombrarse, dar gracias, dejarnos alcanzar por la gracia y emprender una vida nueva’. En otro momento de la homilía, monseñor exhortó a acudir a Cristo ’cuando nos sintamos cansados y agobiados’. ’Ante la entrega del hijo de Dios -concluyó- a nosotros nos toca amar fuera de cálculos y conveniencias en la línea del amor limpio, desinteresado, siempre creciente y fraterno’.

Santo Entierro

A las ocho de la tarde, comenzó el tradicional desfile del Santo Entierro en el que participaron también desde las aceras multitud de ourensanos en un impresionante silencio. Al final, la procesión concluyó en la Plaza Mayor, que se vio abarrotada como en los mejores momentos de este acto. Asistieron las autoridades civiles y militares, entre los que estaba el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, el subdelegado del Gobierno, Camilo Ocampo, y el subdelegado de Defensa, Ramón Rey Vich. Por parte, del Concello asistieron los concejales del PP y el PSOE, con la ausencia del alcalde (fuera de la ciudad) y los ediles del BNG.

Ayer comenzaron los actos con la Procesión de Os Caladiños, que, sin duda, es la más concurrida. Salió a las 7 de la madrugada de la parroquia de la Trinidad pese a la lluvia pertinaz, que obligó a cubrir la imagen de la Virgen con un plástico. Llegado el cortejo a la Catedral, se tuvo el Vía Crucis y el tradicional Sermón de la Soledad a cargo este año del sacerdote castrense Lisardo Reinoso.

En la tarde noche, se celebró la Vigilia Pascual con la que culminó el tridiu pascual que tendrá para los católicos, en el día de hoy, su jornada grande.


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