Obituario

Santy Mosquera: Maestro de vida

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Se fue el amigo, pero para siempre se quedó el maestro.

A pesar del dolor que produce su marcha, nadie puede sentir tristeza, únicamente alegría y satisfacción por haberlo conocido, por haber tenido la inmensa fortuna de escuchar sus silenciosas lecciones de ánimo, de fortaleza, de valor, porque eso era lo que sentías en su presencia. El ejercía como Maestro de Vida.

 

NADIE PUEDE SENTIR TRISTEZA, ÚNICAMENTE ALEGRÍA Y SATISFACCIÓN POR HABERLO CONOCIDO

No sé cómo explicar las sensaciones que me invadían cuando lo veía en el Paseo, siempre sonriente, siempre dispuesto a escucharte, siempre elegante; te veía de lejos y mientras se acercaba ya te iba hablando con la mirada, te decía que estaba bien, que se sentía feliz, que era afortunado por poder seguir encontrándose con sus amigos, y muchas más cosas, tantas te decía con la mirada que al llegar a su lado solo un apretón de manos o una caricia en el brazo y despedirte; en mi caso esa despedida iba siempre unida a un pequeño poso de envidia: nunca me quedaron bien los sombreros, y sin embargo a él...

Santy fue afortunado, y él lo sabía, Blanca Alba y Carlota eran su tesoro, y él nuestro Maestro.

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