Seixalbo, la indomable aldea galaica, se rebela ante la censura

photo_camera Xosé Carballido, presidente de la AAVV de San Breixo, explica su postura frente a la censura municipal.
Después de que el alcalde de Ourense ordenase retirar una pancarta de protesta por la modificación de las líneas de bus, los vecinos se sublevan con un aluvión de carteles hechos a mano.


Una aldea poblada por irreductibles ourensanos resiste todavía y, como Obélix, su fortaleza viene de antaño, no de una poción mágica. La indomable Seixalbo se ha rebelado contra lo que tachan de censura municipal. Una sublevación vecinal en forma de pancartas, sábanas y carteles hechos a mano, colgados de los balcones, de las puertas, de las fachadas e incluso en las huertas, que dicen: “Ni un paso atrás”, para defender su autobús a la ciudad con una frecuencia de quince minutos. El mismo eslogan que rezaba la pancarta colgada en una de las entradas del pueblo y que el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ordenó retirar el pasado 30 de octubre.  “A pancarta estaba colgada na OU-105, que é unha vía autonómica, pero temos un alcalde que requisa todo o que non lle gusta. E a reacción a esta censura foi multiplicadora, unha revolta espontánea da xente que, por motu propio, empezou a pintar pancartas en sabas. A indignación é xeral porque é un problema de dignidade”, dice el presidente de la Asociación de Vecinos de San  Breixo, Xosé Carballido.

 Siempre hay un último reducto de resistencia. Tras la retirada de su pancarta por parte de la policía y los bomberos enviados por el alcalde, cinco colectivos culturales y vecinales de Seixalbo se pusieron de acuerdo para imprimir 400 carteles de protesta. “Deixámolos no bar un sábado e ás poucas horas xa non quedaba nin un. A reacción social foi extraordinaria”, explica Carballido.

BUS PARA NIÑOS Y ANCIANOS

Los vecinos de Seixalbo cuentan con un servicio de autobús que baja a la ciudad cada quince minutos y que hace una parada dentro del pueblo, algo imprescindible para que ancianos y niños no tengan que cruzar una carretera , la OU-105, por la que pasan 11.000 vehículos diarios. Los continuos planes municipales de remodelación del transporte público deberían “mellorar o que está mal, pero non estragar o que funciona ben. As catro liñas de autobús que pasan por Seixalbo teñen 1,5 millóns de viaxeiros ao ano e aquí só somos 1.000 habitantes; está claro que funcionan ben, pero non só para nós”, opina el representante vecinal.

Seixalbo no se calla. Los vecinos presentaron dos escritos en el ayuntamiento diciendo que no estaban de acuerdo con el plan Alpha 1, que establecía frecuencias de bus cada 45 minutos; y el Alpha 2, presentado solo 15 días despúes y con frecuencias cada 30 minutos.  El último plan, el supuestamente definitivo, llamado Alpha 3, mantiene las frecuencias actuales, de 15 minutos, pero el resto es una incógnita, según Carballido. “Non sabemos se os autobuses entrarán ou non na aldea, algo que é fundamental para a seguridade. Ademais, queremos que o Mouchobús entre en Seixalbo e que algunha das liñas chegue ao campo de fútbol”, señala.

Carballido, que agradece que la mayoría de asociaciones de vecinos de la ciudad se hayan solidarizado con ellos por la retirada de la pancarta, se queja de que solicitaron una reunión con el alcalde para que les explique las nuevas líneas de autobús y solo han recibido silencio como respuesta. 

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