La semana en Ourense en cinco historias

OURENSE 15/05/2021.- Antiguo restaurante La Romántica. José Paz
photo_camera Antiguo restaurante La Romántica. José Paz
Negocios centenarios a los que la pandemia bajó la persiana, el terremoto de Laza o el regreso nocturno de los bares, entre las historias de la semana que más interés han despertado entre los lectores. 

Un recorrido informativo por la semana deja estos titulares para destacar, el top cinco de los lectores o, al menos, las historias de la provincia que más interés han suscitado. Arranca este listado con el cierre de negocios señeros como La Romántica, Chocolates Chaparro o La Alemana. Negocios que han marcado a varias generaciones y durante la pandemia bajaron la persiana. La llamada desde la Galicia vaciada fue otro de los asuntos con más repercusión. Aldeas que buscan vecinos y lo hacen en positivo, luciendo sus bondades, que no son pocas. En tercer lugar, un tema que se convirtió en noticia nacional: el terremoto de Laza. A pie de calle no tuvo consecuencias, no al menos más allá del susto que los vecinos se llevaron al notar cómo temblaban sus camas. Ya en cuarta posición, un anuncio esperado, el de la ampliación de horario de los bares. Una medida que tuvo su correspondiente respuesta en la calle, donde el viernes noche se recuperaba la algarabía tradicional Y, por último, una trágica pérdida, la de un joven empresario de O Barco que fallecía en un accidente en Portugal. La muerte de Albino Real ha supuesto un duro golpe en la villa valdeorresa.

La Romántica, Chaparro o La Alemana, entre las marcas que la pandemia se llevó

OURENSE 15/05/2021.- Antiguo restaurante La Romántica. José Paz

La historia con más visitas de la semana fue "La Romántica, Chaparro o La Alemana, entre las marcas que la pandemia se llevó". Un reportaje sobre las decenas de negocios que han bajado la persiana durante la crisis sanitaria, algunos marcaron una época y perfilaron la identidad ourensana. Pagar alquileres por locales sin actividad cuando los caseros no abrían la mano, restricciones de aforo y de horarios y el cierre autonómico que impedía la llegada de visitantes, han sido un lastre que ha conseguido doblegar a empresas que incluso llegaron a sobrevivir a guerras o pandemias como la gripe de 1918. Hasta 133 empresas se disolvieron oficialmente, mientras otras muchas se quedaron en tierra de nadie.

Restaurantes que marcaron una época como la Adega das Caldas o La Romántica -esta última todavía sin un futuro definido-, o tiendas centenarias como Confecciones Ramos -que pasó de generación en generación- y  La Alemana han sido algunas de las víctimas colaterales de esta larga pandemia.

Dos aldeas de la Ribeira Sacra buscan nuevos vecinos


PARADA DE SIL (MIRADOIRO DE CABEZOÁS). 19/06/2020. OURENSE. Los turistas visitan los miradores de Parada do Sil. FOTO: ÓSCAR PINAL

Una llamada en positivo desde la Galicia rural y es que Parada de Sil, en Ourense, y Bóveda, en Lugo, buscan nuevos habitantes y lo hacen divulgando sus encantos a los cuatro vientos. El artículo "Dos aldeas de la Ribeira Sacra buscan nuevos vecinos".  En el caso de Parada de Sil, se ofrecen viviendas de nueva construcción desde 150 euros al mes. Situado en pleno corazón de la Ribeira Sacra, el concello de Parada de Sil cuenta con nueve parroquias rodeadas de un patrimonio y naturaleza única y entre sus alicientes añaden fibra óptica, centro médico, farmacia, un colegio y un instituto. El Cañón do Sil, el monasterio de Santa Cristina o los numerosos miradores de la zona son algunos de los atractivos de la localidad. Por su parte, Bóveda, que destaca por su valor natural y paisajístico, destaca también por su potencial arqueológico.

Un terremoto en Laza, el más fuerte del siglo en Ourense, se siente en el resto de Galicia

Rúa Outeiro, en el concello de Laza (Ourense), después del terremoto de este viernes de magnitud 3,9.

Un seísmo de dimensiones históricas, aunque no pasara a pie de calle de la vibración de los objetos o el temblor de las camas, que hizo que vecinos de Laza salieran a la calle en plena noche con el susto en el cuerpo. Elvira Vidal, que vive en la aldea lazana de Tamicelas, aseguraba a este diario que “cando o sentín estaba xusto para deitarme e xa non fun capaz de durmir, asusteime moitísimo". Cuenta que escuchó “un ruído e un movemento... Como este ningún". El caso es que la provincia registró este viernes el mayor terremoto de los últimos 110 años. El temblor alcanzó una magnitud de 3,6 grados en la escala de Ritcher (energía liberada por la falla) y ocurrió  a las 00,32 horas y muy cerca de la superficie de Laza, el epicentro del cúmulo de sismos que lleva diez días batiendo Ourense.  Su escasa profundidad posibilitó que se sintiese en toda la comunidad gallega, también en el norte de Portugal y en parte de Castilla y León. Un seísmo que forma parte de un enjambre cercano ya al centenar de temblores.

Los bares gallegos abrirán hasta la 1 de la madrugada

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La ración de coronavirus no podía faltar después de un año de pandemia. Sobre todo, si se trata de dar alivio a los hosteleros y al esparcimiento ciudadano. La ampliación de horarios para los bares gallegos fue recibida con júbilo por la audiencia. El comité clínico de la Xunta decidía extender el horario de los locales de hostelería que den cenas hasta la 1 de la madrugada, independientemente de que tengan licencia de restaurantes o no. Eso sí, tendrán que mantener el mismo tipo de requisitos exigidos a los restaurantes: medidor de CO2 y registro de clientes. El viernes, las calles del casco viejo recuperaban casi la normalidad, con mascarilla, límite de reunió y demás precauciones, pero con la algarabía que tanto se ha echado de menos en los últimos meses. 

Fallece un empresario barquense en un accidente de tráfico en Portugal

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El fallecimiento del empresario de O Barco Albino Real fue otro de los asuntos que más atención acapararon esta semana. Un duro golpe para la villa valdeorresa, al conocerse el fallecimiento del empresario emprendedor de 53 años, que dedicó prácticamente toda su vida  al sector cárnico gourmet. Su fallecimiento ocurrió en tierras portuguesas, cuando el vehículo que conducía chocó contra un panel informativo de la autopista, incendiándose sin que los equipos de emergencias pudiesen hacer nada. De carácter alegre y sencillo, su don de gentes le permitió  ganarse el aprecio y cariño de todos los que trataron con él. Muy trabajador y buen negociante, su experiencia con las carnes le llegó del ambiente familiar, al pertenecer a Albino Real e Hijos SL, la sociedad en la que, junto a sus hermanos, gestionó el matadero municipal de O Barco de Valdeorras  hasta que este cerró sus puertas en 2005. 

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