Los continuos robos y actos vandálicos que han tenido lugar en los últimos tiempos en iglesias y templos parroquiales de la provincia, ha provocado que muchos de los objetos que en su interior se resguardaban, en su mayoría obras de orfebrería, sean trasladados al almacén del Archivo diocesano, en el Seminario Mayor de Ourense.
Muchos de estos objetos pertenecen a templos parroquiales donde su seguridad no está garantizada puesto que el sacerdote dela comunidad no vive en dichas localidades. Incluso el Museo Diocesano del Seminario ha tenido que guardar en su almacén varios objetos que han sido encontrados por el Obispado de Ourense en casas parroquiales abandonadas, ya sea por el fallecimiento de los sacerdotes o su propia jubilación.
Entre las parroquias que han decidido ceder sus objetos de valor al Archivo están las que acogen las iglesias de A Lampaza, un pueblo de Rairiz de Veiga donde recientemente se jubiló el sacerdote; de San Paio de Abeleda, en Castro Caldelas, o de San Pedro de Viveiro, en Bande.
La gran mayoría de estos objetos, 'con un alto valor patrimonial y económico', según explica el canónigo archivero, Miguel Angel González, serán sometidos a una restauración para recuperar sus pigmentos originales, puesto que una vez que se hallen en estado óptimo, pasarán a exposición pública, posiblemente en el Museo Diocesano, el propio Archivo, o la antigua capilla del Obispado, lugar que actualmente sirve de trastero y este año podría ser convertido en la sede oficial del Museo Diocesano, aunque este proyecto museístico, que incluiría el traslado de Cáritas (ahora ubicada con entrada en los jardinillos de Bispo Cesáreo), carece de financiación para su ejecución pues la única partida otorgada es de 9.000 euros por parte de Cultura.
Entre las parroquias que han decidido ceder sus objetos de valor al Archivo están las que acogen las iglesias de A Lampaza, un pueblo de Rairiz de Veiga donde recientemente se jubiló el sacerdote; de San Paio de Abeleda, en Castro Caldelas, o de San Pedro de Viveiro, en Bande.
La gran mayoría de estos objetos, 'con un alto valor patrimonial y económico', según explica el canónigo archivero, Miguel Angel González, serán sometidos a una restauración para recuperar sus pigmentos originales, puesto que una vez que se hallen en estado óptimo, pasarán a exposición pública, posiblemente en el Museo Diocesano, el propio Archivo, o la antigua capilla del Obispado, lugar que actualmente sirve de trastero y este año podría ser convertido en la sede oficial del Museo Diocesano, aunque este proyecto museístico, que incluiría el traslado de Cáritas (ahora ubicada con entrada en los jardinillos de Bispo Cesáreo), carece de financiación para su ejecución pues la única partida otorgada es de 9.000 euros por parte de Cultura.
