Señas que incluyen

La lucha por la inclusión forma parte del día de las personas sordas y hoy, más que en cualquier otro. Este domingo se celebra el Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas, que sirve para reivindicar una mayor presencia de intérpretes. "Siempre tenemos muchas barreras de accesibilidad y, en estos tiempos de coronavirus, no hacen más que crecer", cuenta María Isabel Fernández, presidenta de la Asociación de Personas Sordas de Ourense (APSOU). Uno de los obstáculos se encuentran es la falta de intérpretes 24 horas en los hospitales, especialmente en estos momentos de crisis sanitaria: "Ahora es más complicado porque el uso de las mascarillas nos dificulta entender a un médico, además que no hay intérpretes. No tenemos acceso a algo tan básico como la Sanidad en igualdad de condiciones que el resto de personas", destaca Fernández. Estos profesionales son imprescindibles para que las persona sordas puedan ganar independencia y carecen de ellos en muchos escenarios públicos: "Una persona mayor dispone de acompañantes, una con movilidad reducida tiene sillas de ruedas. ¿Y nosotros qué?", se pregunta . Con este día visibilizan todavía más esta demanda, que forma parte de su rutina diaria: "Queremos que nos vean, porque si la sociedad lo hace, es más fácil que las entidades conozcan nuestras necesidades", afirma Fernández. Pese a que la covid-19 impide que hoy se den cita en el Paseo para concienciar a los ourensanos sobre la importancia de la lengua de signos, las redes se inundan con sus mensajes para que este día "no se pierda". El Puente Romano lució ayer el color turquesa representativo de este día, al igual que lo hará hoy, para que este idioma no pierda su fuerza: "Es nuestra identidad, sin la lengua de signos nos quedamos atrás y no nos excluye, nos une a la sociedad", destaca Fernández. Más obstáculos La llegada de una pandemia obligó a las personas sordas a dar una marcha atrás forzosa: "Antes de todos esto habíamos avanzado de forma sustancial, pero ahora hemos dado 50 pasos para atrás", dice Fernández. Las oportunidades de empleo y educativas se reducen, especialmente estas últimas, que se complican con el uso de mascarillas en clase y sin intérpretes: "¿Cómo se va a formar así una persona sorda?", se cuestiona la presidenta de APSOU. Los avances tecnológicos se convirtieron en una importante herramienta para ellos con la videointerpretación. Gracias a este sistema dispusieron de una forma de comunicación, no exenta de complicaciones técnicas: "Pese a todos los avances que hay, para que estuviésemos en el siglo XIX con todas las barreras que nos encontramos", apunta Fernández. Otro recurso sería la lectura de labios, imposible con mascarilla. "No es algo con lo que nos sentimos seguros, pero es un recurso puntual del que no disponemos", cuenta y considera que, con las medidas de protección, los dejaron "aparte". La independencia, una meta difícil con la crisis Las personas sordas viven hoy una jornada de unión y reivindicación para un colectivo "muy quemado" ante las adversidades que tienen a la hora de disponer oportunidades. Esta crisis sanitaria lo demuestra: "Siempre que hay una dificultad, las minorías somos los más perjudicados", resalta María Isabel Fernández. Lo único que desean como colectivo es disponer de independencia al igual que cualquier otra persona: "Estos tiempos son muchos más difíciles para nosotros. Queremos que en situaciones en la que podemos valernos, no precisemos de ayuda", afirma.