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La senda de Reza tendrá un ancho mínimo de 1,80 metros, con bordillo delimitador

El PSOE reclama un proyecto con aceras y aparcamientos, mientras el BNG pide que "se consensúe" con los vecinos

La senda de Reza llegó ayer hasta el Parlamento gallego, con un intenso debate en una de las comisiones protagonizando entre el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, y las diputadas ourensanas Noela Blanco (PSOE) y Noa Presas (BNG).

El alto cargo de la Xunta defendió el proyecto, reiterando que se ha eliminado el uso para los ciclistas, y ofreció algunos detalles de la actuación prevista, como que el ancho de la senda siempre será de al menos 1,80 metros y estará separada de la calzada por un bordillo delimitador. Con todo, garantizó que se estudiarán las alegaciones para conseguir el mejor proyecto, "co obxectivo de facilitar ós veciños os desprazamentos a pé en condicións de seguridade e sostibilidade".

Los argumentos no convencieron ni a Noela Blanco ni a Noa Presas. La socialista instó a la Xunta a recuperar el proyecto de aceras, aparcamientos y paradas de autobús, calificando de "chapuza" e derroche en algo que non é necesario" la senda.

Presas, por su parte, pidió al Gobierno gallego "paralizar" la actuación. "Fagan un novo proxecto consensuado, exclusivamente peonil e acompañado dun plan de seguridade viaria", comentó la nacionalista, que pide que se ponga en valor el paseo del río. 

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