“El servicio es para las residencias de mayores"

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La tintorería La Flor 2 sigue trabajando pero "no hay público ninguno"

La crisis sanitaria que vive el país cerró muchos establecimientos, otros continúan abiertos para ofrecer un servicio considerado de primera necesidad. Ese es el caso de las tintorerías, que continúan abiertas en estos tiempos difíciles. Este es uno de los sectores conflictivos de la decisión adoptada por el Gobierno, al igual que el de las peluquerías que se plantó en su momento. "Nuestro principal cliente estos días son las residencias de ancianos que nos envían textil cada dos días para limpieza", cuenta una empleada de la tintorería La Flor 2, de la avenida de Zamora. 

El servicio de este sector se considera esencial por encargarse de la limpieza de muchos elementos empleados en las residencias de personas mayores, pero también en los hospitales. 

Por ello, continúan abiertos con unos niveles bajos de clientela. "No hay público ninguno, no tenemos nada más", cuenta una trabajadora. Aunque el estado de alarma recomienda salir de casa en caso de necesidades como acudir al supermercado o a la farmacia, alguno se deja ver por esta tintorería. "Siempre hay alguien que se pone a limpiar en casa, encuentra algo y lo trae, aunque no sea una prioridad en estos tiempos", señala. 

La apertura de este establecimiento está en el aire, ya que el único medio de facturación actual es el servicio con las residencias de ancianos. "No sabemos cómo seguiremos, ya que la facturación es poca y los salarios siguen ahí", explica. Lo más viable es continuar con el trabajo de las residencias de mayores a puerta cerrada, con menos personal. La idea es no dejar desamparados a estos centros que precisan de las tintorerías para la higiene del textil de sus usuarios. Esto llevó a otros establecimientos de la zona, considerados de primera necesidad, a cerrar ante la falta de clientela. "Enfrente nuestro hay un establecimiento que podría seguir abierto, pero prefirieron cerrar", apunta. 


Medidas de seguridad


Como ocurre en todos los sectores que siguen operando para cubrir las necesidades de la población, en LA Flor 2 toman todas las precauciones marcadas por Sanidad para afrontar esta crisis: "Todos usamos guantes y desinfectamos todo en lo que hay contacto, como la puerta y el mostrador", afirma. En una tintorería productos como la lejía no faltan en su día a día. Ahora se vuelven indispensables para garantizar la seguridad de clientes y de los propios trabajadores. "La puerta y el mesado se desinfectan a diario por seguridad, aunque poca gente entra", comenta una empleada. La distancia también esta marcada a través de una cinta, para cumplir con otra de las normas entre el público que entra y el trabajador que se encuentra tras el mostrador. 

Las jornadas de trabajo son largas por la falta de público. Las horas pasan y aprovechan para desinfectar o para cumplir con los pocos encargos que aparecen. El servicio a domicilio del que disponen, a través de un intermediario, en estos días se encuentra más parado. "La pasada semana se entregó alguna alfombra en una casa, pero tomando precauciones y desde la puerta", detalla la trabajadora. Por ahora sobreviven con los encargos de las residencias de personas mayores y "alguna que otra cortina" de los últimos pedidos.

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