Fueron 46 años enseñándoles Matemáticas y valores como el compañerismo, la solidaridad y la empatía. Ahora, tres años después de su jubilación, el sindicato Anpe lo elige como "Docente exemplar 2016"
A sus 68 años, Gonzalo Iglesias Sueiro conserva una memoria privilegiada siendo capaz de recordar el nombre y apellidos de todos sus alumnos. Fueron 46 años enseñándoles Matemáticas y valores como el compañerismo, la solidaridad y la empatía. Ahora, tres años después de su jubilación, el sindicato Anpe lo elige como "Docente exemplar 2016", "una distinción que supone el broche de oro a mi trayectoria profesional y personal. Estoy muy emocionado y agradecido a todos los que se acordaron de mí", explicó.
Tras más de 40 años de experiencia como docente, ¿qué opinión le merece el sistema educativo actual?
Creo que tenía que haber una auténtica transformación de los primeros años de formación; es decir, fomentar actividades lúdicas, reducir la instrucción, mejorar la introducción de los idiomas y, sobre todo, la lectoescritura. En mis clases lo que hacía antes de entrar en materia era leer una noticia del periódico y abrir un debate de cinco sobre ese tema. Esto fomentaba el espíritu crítico, que yo tanto defiendo. Muchas veces los sistemas educativos anulan la creatividad y una prueba de esto es que los chicos en Educación Infantil tienen una gran expresividad pero que la van perdiendo a medida que avanza el proceso educativo hasta acabar sometidos a los contenidos para poder aprobar las asignaturas.
Lleva en su ADN la pasión por la docencia....
Lo heredé mi abuelo Manuel Sueiro Iglesias. Sus orígenes eran muy humildes. Él era carpintero y ebanista y con dos hijos decidió hacerse maestro. Conectó con las ideas de Giner de los Ríos de la Institución Libre de Enseñanza y creó una academia en Verín en el 1918 y después otra en Ourense en los años 20. Estuvo en la cárcel por defender la libertad de pensamiento a través de la enseñanza y por su compromiso social y republicano. Después, mi madre, Paz Sueiro Martínez, continuó con esta tradición.
Tras su paso por el colegio Rosalía de Castro, fue elegido alcalde de Xinzo...
Exactamente, dos años y cuatro meses. Un periodo que no recuerdo con satisfacción. Mi etapa como delegado de Educación fue gratificante, me sentí cómodo y realizado pero como alcalde me llevé una gran decepción. Conocí una realidad muy dura y es que "el cacique se crea y se hace y no nace"; es decir, es el propio pueblo quien busca a una persona para que le solucione sus problemas de una forma no democrática sino personal.
Como militante del PSOE, ¿cómo ve al partido en la actualidad?
Tiene adversarios, confrontación y un enemigo gordo, que está en el propio partido socialista, que no tiene la disciplina que se debe exigir a la hora de cumplir con los acuerdos y su compromiso con la sociedad. Considero que el PSOE es el partido de las libertades, que modernizó el Estado Español, que nos introdujo en Europa pero hoy tiene una gran debilidad que repercute en la inestabilidad territorial del conjunto del Estado.
